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Cambian los tiempos, las modas y los modos, pero en este arranque del siglo XXI un puñado de románticos continúa avivando con su empeño personal y emocional la llama del romanticismo. Hace cien años, los enamorados se declaraban a las damiselas por la vía epistolar, con largos parlamentos que glosaban las virtudes de la chica y eludían la obligada censura de madres y de doñas. Hoy, entre las ventajas de las nuevas tecnologías, está la de poder decirle a la persona amada lo mismo de siempre, pero con fórmulas mucho más originales y divertidas.
Actualizado:Ésa era la intención del Autobús de San Valentín, una iniciativa de lavozdigital.es para que los lectores celebraran el Día de los Enamorados a través de la web de una forma singular y novedosa. Entre los miles de mensajes y declaraciones que avalaron la propuesta, una destacaba por su frescura y atrevimiento. David escribió: «Nerea, eres lo más grande y bonito que me ha pasado. ¿Quieres casarte conmigo?» La reacción de los cibernautas no se hizo esperar y no fueron pocos los que, con sus comentarios, animaban a la chica a responder afirmativamente. Pero, ¿en qué quedó la cosa? ¿Se quedaría el pobre David con un palmo de narices, o definitivamente fue ayer uno de los días más felices de su vida?
Lo cuenta él mismo, para satisfacer así la curiosidad de todos los lectores que han querido conocer de primera mano el final de la historia: «Sí, afortunadamente me ha dicho que sí», comenta David Rosco. «Aunque no me esperaba otra cosa, porque nuestra relación es muy especial y si me llega a contestar que no me deja hecho polvo para los restos», bromea este joven informático que ya hace números para poder convertir «este sueño en realidad lo antes posible, porque además de la voluntad hay que tener dinero».
David, que visita frecuentemente de lavozdigital.es, se topó con la propuesta y pensó: «Este año sí que le voy a dar una sorpresa a mi chica». Le pidió a Nerea González que se sentase a su lado y, entre risas, fue escribiendo su declaración en la pantalla. «Primero se quedó un poco sorprendida, pero le dije que la cosa iba en serio y entonces me respondió sobre la marcha: «Claro que quiero ser tu mujer».
Aún no tienen día, porque la crisis también anda racaneándole las flechas a Cupido. Ella estudia Veterinaria y él espera que su sueldo vaya poco a poco dando para «una celebración a la altura de lo que se espera de nosotros, porque desde que empezamos a salir hace siete años, cuando nos conocimos en el instituto, somos una pareja muy unida, con la familia y los amigos completamente convencidos de que esto acabaría en boda».
Confiesa que el interés de los lectores le pilló un poco a contrapié, pero reconoce que, a la vez, «El Autobús de San Valentín me ha permitido poder contarle una historia muy original a todo el mundo, incluyendo a nuestros hijos, cuando pregunten por cómo le pedí a Nerea que se casara conmigo. Les enseñaré la página de periódico, porque seguro que muchos no se lo creen...»
David y Nerea son sólo dos de los enamorados que ayer y el viernes participaron en la propuesta de lavozdigital.es. En El Autobús de San Valentín pueden leerse declaraciones poéticas, enigmáticas, insinuantes, musicales, artísticas, graciosas, formales y surrealistas. Seguro que no es la única pareja que ratifica su amor ante el altar, aunque, como dice David, «podré presumir de ser la única persona que conozco que ha llevado su historia de amor a los titulares sin ser popular ni famosete. Seguro que nos trae suerte...»