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Francisco Pérez Vera: «Pilar Sánchez, jugando mal sus cartas, ha roto el pacto de silencio que existía»
«La alcaldesa se ha limitado a volver a ocultar debajo de la alfombra la suciedad que había» «Es la obra de arte de Pacheco: ni PP ni PSOE han sido capaces de limpiar el Ayuntamiento»
Actualizado: GuardarFrancisco Pérez Vera me espera en el Hotel Tryp, después de varias horas de viaje desde Granada y de pasarse por los juzgados jerezanos a completar la denuncia de los acreedores de Jerecom, a los que, como a otros muchos damnificados por la gestión del urbanismo jerezano en los últimos años, representa. Le comento que, para su información, le estoy entrevistando en el mismo hotel en el que los medios se han encontrado últimamente con Pacheco. «¿No me digas! Si lo llego a saber...», exclama.
-Ya le hemos bautizado como el azote municipal: parcelistas de Los Garciagos, de los huertos de ocio, Jerecom... En todos ellos está implicado el Ayuntamiento de Jerez.
-No creo que sea yo el azote municipal, sino más bien que determinadas personas de determinados organismos públicos se convirtieron hace tiempo en el azote de Jerez de la Frontera y de sus ciudadanos. Además no es cosa nueva, yo comencé a venir a Jerez cuando empezaron a citarme a que viniera por aquí en 1998. Era muy extraño que personas a las que no conocía de nada se desplazaran a buscarme a más de 300 kilómetros a mi despacho de Guadix. Fueron unos afectados de la Venta Los Callos. Luego ya fue el boca a boca.
-Pero por algo se dirigirían a usted...
-Tengo un despacho de cierta solvencia en Guadix y otro en Roquetas. Siempre especializado en temas urbanísticos y administrativos. Alguien debió comentarles que existíamos y hablarle bien. Yo fui el primero en sorprenderme, ya que la lejanía dificulta mucho la prestación de servicios y la encarece.
-Ahora va ganando fama. En el caso de los huertos de ocio, ha logrado que el TSJA declare nulos los desalojos forzosos.
-Este caso me llamó especialmente la atención. Es impresionante que me llamaran urgentemente estas personas diciendo que unas máquinas las habían echado fuera de sus tierras. Cuando llegué, fue impactante ver a estas personas desesperadas, en una impotencia terrible, que no acababan de creerse que esto estuviera pasando. Y creyendo como todos creíamos que era una operación ilegítima y no al servicio de intereses municipales, sino de determinada entidad mercantil. La verdad que no acababa de dar crédito a que en este país pudieran suceder estas cosas.
-La alcaldesa de Jerez ya ha dejado entrever que habrá que indemnizar a los afectados...
-Claro. El problema es cómo van a hacerlo, ya que hay bienes susceptibles de ser valorados, pero el daño moral cuesta mucho trabajo reparalo. Lo verdaderamente incomprensible es que la propia administración hiciera lo que hizo, además de haber ocultado luego documentos que hemos demandado. Eso fue precisamente lo que nos movió a que iniciáramos la vía penal. A partir de ahí, se pudo obtener a través de un requerimiento que enviamos a la notaría la escritura que acreditaba que, efectivamente, antes de que todo aquello se hiciese, los inmuebles habían sido permutados a una empresa privada. Es decir, se habían empleado las potestades públicas para defender supuestamente los intereses privados.
-¿El Ayuntamiento de Jerez oculta habitualmente la información que se le pide?
-La vulneración sistemática de los derechos ciudadanos para acceder a los archivos públicos es y ha sido una práctica en el Ayuntamiento de Jerez y la extinta GMU. No he logrado, casi nunca, tener acceso a los expedientes que pedía. Lo preocupante es que, más que una excepción, se ha convertido en una regla. Es increíble que las autoridades no hayan reaccionado. Se nos ha llamado de todos: a los de Los Garciagos, que eran unos viejos poco menos que locos y que buscaban dinero. Pedro Pacheco llegó a decir, desde el primer momento, que jamás iban a poder disfrutar de lo que tenían por sus propias parcelas, mientras se mantuviese su situación de oposición a que fuesen expropiados, y de hecho se está cumpliendo.
-¿Han cambiado las cosas con el nuevo Gobierno municipal?
-El fenómeno que se ha dado en Jerez ha hecho cierto lo que dice Lampedussa en El Gatopardo: «Es necesario que todo cambie para que todo siga igual». Estos sistemas que se crearon de presunta corrupción se han ido adaptando perfectamente a los distintos cambios. En la época de don Pedro Pacheco la situación podía ser grave, pero hay que reconocerle el hecho de que él no usaba careta, ya que lo hacía a pecho descubierto, prácticamente. El problema surge cuando se empieza a enquistar la situación, y es en primer lugar cuando comienza a estar vigente el pacto con María José García-Pelayo y luego cuando sigue con doña Pilar Sánchez. Finalmente, acaba desapareciendo Pacheco y continúa Pilar Sánchez al frente de la Alcaldía sin que hasta fechas muy recientes nada cambiase. Para las personas que estamos viviendo estos problemas muy de cerca, la frustración es tremenda. Todos esperaban que se cumplieran las promesas de que todo iba a cambiar, que Pilar iba a barrer la suciedad de la Gerencia de Urbanismo. Se vistió a esta etapa de unos signos de progreso y cambio que no correspondían con el fondo, ya que se mantiene el status quo. Si el PSA había iniciado este procedimiento de prácticas que pudieran rozar la ilegalidad, el PP en la época de María José no fue capaz de resolver tampoco el problema y todos esperábamos el cambio con Pilar Sánchez, cuando se comprueba que lo único que hace es volver a ocultar debajo de la alfombra la suciedad que había, pensamos que la situación era absolutamente perniciosa. Esa presunta corrupción era capaz de seguir sobreviviendo incluso sin sus padres. Y precisamente mis clientes han pensado que la actual Corporación era responsable de todo lo que se estaba haciendo. La pregunta es por qué se denuncia ahora, ya que quien accedió a la Alcaldía no importándole ir en compañía de Pacheco, ahora parece tener un miedo horrible a que éste pudiera reincorporarse a la vida política. Los hechos que denuncia no son de hoy ni de ayer, sino que se remontan a varios años en los que ella estaba al frente de la Alcaldía.
-¿Para usted son entonces tan responsables las dos alcaldesas posteriores como Pedro Pacheco?
-Pacheco comenzó a preparar este fenómeno en la época en que estuvo. Su responsabilidad pudiera ser notoria. Pero no se puede ocultar la responsabilidad de las personas que han accedido a sus cargos merced a su apoyo. Él era delegado de Urbanismo, pero delegado de la alcaldesa. Sucede a nuestro entender que mientras ese pacto sirviera para alcanzar determinados objetivos políticos, no importó nada más. Y que esos pactos implicaban entre otras muchas cosas un pacto de silencio sobre lo que se hacía. Y ha sido últimamente Pilar Sánchez quien, quizá jugando mal sus cartas, ha roto el pacto. Hay que recordar que el actual delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, dijo en su día que quien tuviera que denunciar algo, que lo hiciera. ¿Pero es que él no sabía nada a mediados de 2007 de lo que hay ahora? ¿Y lo que denuncia ahora la Alcaldía? Tenemos la convicción de que lo conocían perfectamente y, si son indicios de presunta corrupción, también lo eran a mediados de 2007 y cuando doña Pilar Sánchez guardaba silencio.
-Pinta usted un panorama realmente negro en el Ayuntamiento de Jerez...
-En todos los sitios hay problemas, lo que pasa es que en el caso del Ayuntamiento de Jerez es especialmente significativo por el tamaño de los problemas que ha generado. Lo que en otros sitios es una excepción, aquí es una regla. En todas partes puede haber conductas al filo de la navaja o directamente constitutivas, presuntivamente, de infracción penal. Pero los ayuntamientos normales no se lo saltan todo a la torera y menos en beneficio de determinados sectores. Lo que aquí está ocurriendo es una perversión del sistema.
-¿Es entonces una de las localidades andaluzas donde hay más indicios de corrupción? Parece, por lo que cuenta, como si estuviera en un ránking por detrás de Marbella, por ejemplo.
-Aquí lo que ocurre es que se ha dado una verdadera obra de arte desde el punto de vista estratégico, al servicio de este sistema anómalo. La verdadera obra de arte de Pedro Pacheco fueron los sucesivos pactos con el PP y el PSOE, con lo cual consiguió que ni uno ni otro fuesen eficaces a la hora de hacer lo que habían prometido, que era limpiar el Ayuntamiento de Jerez y la Gerencia de Urbanismo.
-Entonces, no es que le tenga usted manía al Ayuntamiento de Jerez, ni mucho menos...
-No sólo no le tengo manía, sino que conforme he ido conociendo esta ciudad he ido sintiendo una admiración enorme por ella. Y además siento un respeto enorme por todos los partidos que tienen representación en el Ayuntamiento de Jerez. Lo que no puedo respetar es determinadas actuaciones de determinadas personas sea cual sea el partido al que se encuentran vinculadas y el cargo que ostenten.
-Pacheco dijo que «la Justicia es un cachondeo», pero parece que lo que es un cachondeo es el urbanismo jerezano.
-Pacheco es una persona muy peculiar en muchos aspectos y en algunos merece mi respeto y mi admiración. Pero ésas grandes facultades que tiene, que le han servido para hacer grandísimas cosas, también han podido ser utilizadas en algunos momentos al servicio de estas circunstancias que presuntivamente pudieran estar al margen de la legalidad. Yo creo que Pedro Pacheco es una de esas personas que tiene madera para haber llegado muchísimo más alto. Y podía haber convertido a Jerez no en la gran ciudad que ya es, sino en una ciudad más limpia.
-Toda esta supuesta trama de corrupción que la propia alcaldesa ha destapado con su denuncia ante la Fiscalía. ¿Puede ser la punta del iceberg, como decía el actual delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, en su blog?
-Lo que me sorprende es que don Juan Pedro Crisol, que está en esa posición privilegiada que le permite conocer el iceberg completo, y está además ahí porque lo han puesto los ciudadanos, no sea el primero en denunciarlo y en sacar a la luz todo ese iceberg. Si estamos viendo la punta y él y otras personas conocen el resto, mi pregunta es: ¿Y no son responsables de nada? ¿No tenemos derecho los ciudadanos a conocer la realidad? La mayor perversión de un sistema democrático se da en el momento en que la información y la verdad son proferidas. Y si el conocimiento de esa realidad se la reservan determinadas personas que se consideran privilegiadas en ese sentido y con el derecho a que los demás conozcamos o no según a ellos les interese, yo tengo que decir que este sistema, aquí en esta ciudad, en este momento, se ha corrompido.
eesteban@lavozdigital.es