DISFRAZ. A Ramón la crisis le parece una broma de «mal gusto». / V.L.
LA ENTREVISTA

« Ramón Gómez A los millonarios no les afecta la crisis nada»

-¿Cómo le afecta a los millonarios la crisis?

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-La crisis es del Gobierno, a los millonarios no les afecta. De momento está todo igual, el negocio va muy tranquilo.

-Pero, con tantas subidas y bajadas es normal que no salgan las cuentas.

-La gente protesta mucho por la subida del euro pero, luego, no se nota en la calle. Aquí en Cádiz, con las fiestas, no hay crisis que valga.

-A usted ¿cómo le salen?

-Luchando mucho, a trancas y barrancas. Durante el año sobrevivo y en febrero me saco unas perrillas buenas.

-Los que tienen mucho tendrían que repartir, ¿no?

-Sí, deberían de regar un poquito. No apalancarse tanto, hay que disfrutar y no escatimar. Ese es el millonario bueno, el que guarda teniendo es un pobre.

-Al millonario, ¿le han pedido alguna vez?

-No, si yo no tengo nada, sólo el nombre y heredado. De vez en cuando hago cosas benéficas y regalo bolsas de papelillos. En lo que puedo, riego.

-¿Cómo se siente un millonario, un hombre inmensamente rico?

-Yo tengo una filosofía: no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Y es verdad, ¿eh? El dinero es un metal nada más. Ganando el dinero honradamente, ¿qué más da tener un Mercedes o un 600!

-En su tienda hay de todo y si no, se lo inventa.

-Claro tengo que tener de todo para poder vender. Tengo mucho surtido, sombreros, pitos, máscaras... Si no lo tengo, lo inventamos con el cliente, siempre hay arreglo para todo. La mejor manera de vender es el contacto con la gente, ¿cómo no tengo exposición!

-¿Le habrán pedido cosas muy raras, preguntan por una de Ibex 35, Wall Street o un plan de rescate?

-Yo no entiendo mucho de eso. Tampoco son tan raras las cosas que me piden. Ahora algo más, por culpa de la tienda de los 20 duros, que venden de todo. Me piden alcohol y algodones, pues ¿que vayan a una farmacia!

-¿A quién le pondría una careta?

-Algunos amigos míos me piden una careta y yo les digo: «A ti te voy a vender la gomilla nada más, que eres muy feo».

-Y ¿a quién se la quitaría?

-Uff, no me atrevo yo a eso. Entre los amiguetes sí, pero con otras personas no me atrevo, no.

-¿Por qué llega el carnaval y todos los hombres se visten de mujer?

-(Risas). Porque causa mucha risa, el hombre con los tacones, que no puede ni andar, se ve ridículo, es muy feo y provoca mucho cachondeo.

-Mire que si todo esto de la crisis es una broma de los políticos, ¿cómo se la devolvería?

-Pues sería de muy mal gusto. Que vengan a Cádiz en carnaval, se lo pasen bien y dejen de pelear.