Entregados al volante

El público mostró ayer su fidelidad a la II Pasarela Flamenca 2009, que ha convertido las instalaciones de los Museos de la Atalaya en un lugar imprescindible para seguir de cerca las tendencias flamencas de este año. Medio millar de personas hacían cola para presenciar los seis desfiles previstos en la segunda jornada, que levantaron una gran expectación y aplausos para diseñadores y modelos. Entre los asistentes se dieron cita varias caras conocidas del papel couché como Jesulín de Ubrique y su mujer María José Campanario, Alejandra Ortiz, Fermín Bohórquez, Moraito y muchos periodistas. Sin embargo, la cantante y modelo Alba Molina fue uno de los protagonistas de excepción ya que desfiló para la modista Ángeles Verano con trajes de su última colección A tu vera.

Fue una jornada intensa, iniciada por la mañana por la sevillana Margarita Freire, que ofreció su colección Parte de Mí, acompañada por los complementos de la firma Ázaga. Los diseños de Mati Solana sucedieron en el escenario a las modelos de la firma sevillana con la presentación de Con una nota de ayer y siempre, un trabajo en colaboración con la cordobesa Trinidad Revuelta. el colorido y los volantes se completaban con los adornos de la firma Trinitrán. La diseñadora sanluqueña salió muy satisfecha de la puesta en escena al superar las expectativas de la propia diseñadora. Su vinculación con la moda flamenca viene de familia, su madre, que acumula 50 años vistiendo a mujeres de gitana pues aún sigue en activo, fue la precursora al comenzar a realizar los primeros encargos para la Feria de la Vendimia. Mucho ha llovido desde entonces aunque la moda, con las mismas raíces, ha ido ofreciendo distintas tendencias y opciones.

Colores vivos

Para esta temporada la modista se ha dejado llevar por los «colores vivos de siempre, amarillos y morados»y como no podía ser de otra manera la tan temida crisis ha hecho acto de presencia en los modelos, teniendo que hacer frente la diseñadora con «algo simple, que no tuviera demasiado costo pensando un poco en la crisis porque se pueden hacer unos trajes preciosos sin tener que gastar tanto». En todo caso, hay precios para todos los gustos, aunque Mati explica que «con un traje sencillo que te cueste unos 450 euros, pueden ir las chicas de maravilla».

La Pasarela ha acogido, en su segundo día de desfiles, más de 600 trajes de gitana para todos los gustos y los bolsillos destacando los colores mostaza, verde hoja y morado para dar color al Real de la próxima Feria.