Exceso de equipaje
La Policía busca un maletín. Probablemente tiene el tamaño de un baúl, pero los detectives no pueden distinguirlo entre tantos.
Actualizado: GuardarSería necesario pesarlos a todos. El juez Garzón, que se ha hecho inevitable en cualquier pesquisa y en cualquier escándalo, asegura que se han cometido «múltiples delitos de cohecho», con dádivas y sobornos a funcionarios y autoridades. No es lo mismo una cosa que otra, aunque sean idénticos los agraciados. Según el diccionario, dádiva es algo que se da graciosamente, pero soborno es algo que no tiene la menor gracia, ya que se refiere a la recompensa que se ofrece para inclinar el ánimo de alguien para buscar un beneficio.
La cochambrosa vida política española cada vez se parece más a la crónica de sucesos. La Audiencia Nacional ordena que El bigotes, que había llegado esposado como responsable de la red en Valencia, se presente en comisaría semanalmente. Por otra parte, al bruscamente célebre Francisco Correa, la policía no es que le esté buscando las cosquillas, sino el maletón. Alguien lo sacó de donde estaba guardado. Probablemente en una caja de seguridad de una entidad financiera, que es uno de los pocos lugares seguros que le quedan a los bancos.
Al ubicuo juez Garzón, al que le da tiempo a cazar delincuentes y venados, habría que pedirle que no los confundiera. Ahora está investigando qué cargos del PP sacaron tajada del escuálido toro de Iberia. La macabra red tenía un piso de seguridad para esconder documentos, aprovechando que ahora hay muchos vacíos. ¿Lograrán apartarlo de sus pesquisas? Siempre me ha parecido milagrosa la supervivencia de este juez estelar, que no sólo no duerme, sino que desvela a innumerables golfos. Ojalá que aparezca el maletín, ya que su contenido no va a encontrarse jamás.