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Una suicida mata a 32 personas en Irak en un rebrote de la violencia sectaria

Era mediodía y cientos de personas comían cerca de una de las carpas levantadas a lo largo de los 110 kilómetros que unen a Bagdad con Kerbala, la ciudad santa chií a la que millones de miembros de esta comunidad religiosa, la mayoritaria en Irak, se dirigen en estas fechas para conmemorar el próximo lunes el cuadragésimo día de la Ashura, el martirio en el año 680 de Hussein, nieto del profeta Mahoma e hijo del imán Alí.

AGENCIAS
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Una suicida se acercó a un grupo de mujeres y luego hizo estallar el cinturón de explosivos que escondía bajo su vestido. Muerte y caos llenaron la zona de descanso habilitada para los peregrinos en Iskandariya, a 40 kilómetros al sur de la capital. Treinta y dos personas, en su mayoría mujeres y niños, perdieron la vida, según confirmó un funcionario del Ministerio del Interior. Los heridos superaron el centenar.

La dinámica del atentado llevó a la Policía a mirar hacia los grupos 'yihadistas' suníes, más o menos cercanos a Al-Qaida, que proclaman su odio a los chiíes, considerados «apóstatas» y «secuaces de la ocupación norteamericana». Volvieron a utilizar a una mujer para llevar a cabo la acción terrorista. La abundante ropa con la que están obligadas a cubrir sus cuerpos facilita el camuflaje de los artefactos explosivos para poder superar los controles policiales establecidos a lo largo de la ruta.

Cuarto ataque

La peregrinación a Kerbala sufre su cuarto atentado esta semana. El jueves, otro artefacto explosivo dirigido contra los peregrinos causó al menos doce muertos y unos treinta heridos, mientras que el miércoles al menos veinticuatro personas fallecieron en varios ataques, con Bagdad como escenario del más mortífero. En la capital dieciséis ciudadanos perdieron la vida por la explosión de dos coches-bomba en una estación de autobuses de la que partían cientos de chiíes.

Pero el de ayer es el atentado más grave que se registra en Irak desde las elecciones provinciales del 31 de enero, que, según resultados provisionales, fueron ganadas por la coalición encabezada por el primer ministro, Nuri al-Maliki. Desde su Gobierno se asegura que los ataques contra peregrinos parecen ser parte de una campaña extremista suní para avivar el conflicto sectario que casi sumió al país en una guerra civil total hace dos años y abortar el proceso de pacificación que vive Irak en los últimos meses.