Una confesión extraña y una carta anónima que no condujo a nada
Las pistas que siguió la Guardia Civil fueron diversas, como así se recogen en las diligencias del caso. Una de ellas fue una carta anónima que llegó al cuartel. Con pésima caligrafía y faltas de ortografía, una persona aportaba la dirección de una persona y aseguraba que ese hombre podía aclarar lo que había ocurrido en la casa del Churrero. Argumentaba que estaba vinculado a la recogida de chatarra, como la víctima, y que por ese motivo pudo entrar en la vivienda del matrimonio. Pero las gestiones realizadas por los agentes, como interrogarle y cotejar sus huellas y ADN, lo sacaron del caso. «Yo creo que eso lo envió el verdadero asesino para distraer la atención». José Manuel también se lamenta que ningún vecino de sus padres pudo aportar algo de luz, porque dijeron no haber escuchado nada.
Actualizado: GuardarLos agentes también contrastaron muestras biológicas de los implicados en el asalto de un chalé en Alicante, que siguió un guión muy similar al que sufrió el matrimonio chiclanero, pero tampoco llegaron a ninguna conclusión importante.
Quizás la pista más consistente fue la aportada por un vecino de Jerez, que en julio de 2005 le confesó a la Policía Nacional que había participado en el asalto junto a tres trabajadores de un Circo. Esto provocó la detención de estas cuatro personas, que fueron exculpadas al poco tiempo porque su ADN y sus huellas no aparecían en el escenario del crimen. Además, el relato que realizó el supuesto atracador estaba cuajado de datos que no coincidían con el escenario del crimen. Así, aseguró que habían abierto la caja fuerte, cuando ésta permaneció cerrada.
«Por favor, si alguien sabe alguna pista o puede ayudarnos en localizar a estos asesinos, que nos ayude. No podemos dejar que esto quede impune». Ésa es la petición desolada de José Manuel.