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La recesión liquida 15 años de bonanza
El INE certifica que la economía decreció un 1% al final de 2008 La causa del desplome fue la caída de la demanda por falta de créditos
Actualizado: GuardarYa es oficial. España se hundió en la recesión en el cuarto trimestre de 2008 empujada por la crisis financiera, que dio al traste con una etapa de bonanza económica de quince años, en la que el peso específico de su economía y el bienestar de sus ciudadanos alcanzaron cotas inimaginables a comienzos de la década pasada.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer las cifras de la contabilidad nacional, que confirman los malos datos avanzados por el Gobierno y el Banco de España. El Producto Interior Bruto (PIB) sufrió entre octubre y diciembre un desplome del 1% respecto del tercer trimestre, en el que había registrado ya un crecimiento negativo del 0,3%.
La economía rebasó la frontera de la recesión técnica para adentrarse en el pantanoso terreno de los números rojos al registrar dos trimestres seguidos de decrecimiento del PIB, algo que no sucedía desde 1993. Ese 1% de retroceso dado a conocer por Estadística es una décima inferior a la estimación del Banco de España, que hace quince días adelantó una caída del 1,1% el último trimestre.
El INE y el organismo regulador señalan como causa principal la contracción negativa de la demanda interna, que contabiliza el consumo de los hogares y administraciones públicas y la inversión, y que resultó muy perjudicada por las restricciones al crédito impuestas por la banca. La aportación positiva del sector exterior -la primera desde 1997- sólo compensó en parte el descenso de la demanda. Las cifras exactas sobre el comportamiento de ambas variables se conocerán el día 18.
La tasa de crecimiento en el conjunto de 2008 fue del 1,2%, que equivale a una desaceleración sustancial respecto del 3,7% registrado en 2007. El Gobierno, eso sí, puede presumir de que se ha cumplido la primera de las estimaciones que realizó el pasado 16 de enero al presentar su último cuadro macroeconómico. El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, cifró ese día en el 1,2% el crecimiento anual del PIB en 2008, y previó una contracción del 1,6% para 2009.
Apretar el cinturón
La última vez que la economía entró en recesión fue en el primer trimestre de 1993, al registrar el PIB una tasa de variación negativa del 1,1%. En los tres meses anteriores, el último cuarto de 1992, la caída había sido del 0,4%.
Los manuales de economía política dicen que recesión es la fase de ralentización de la actividad económica en la que se reduce el consumo y aumentan los stocks de las empresas. Éstas reaccionan reduciendo la producción, lo que a su vez hace aumentar el paro y provoca un descenso de la renta real de los hogares. Bajan los beneficios de todos los negocios, y cae aún más la inversión.
Todos esos síntomas son ya visibles, por lo que ahora la pregunta ahora es: ¿cuánto tiempo habrá que apretarse el cinturón? El Gobierno insiste en que la recuperación llegará a finales de 2009 gracias a sus medidas de reactivación y fomento del empleo, combinadas con las bajadas de tipos y precios, sobre todo del petróleo. Solbes espera que en 2010 haya ya un crecimiento del 1,2%, que alcanzará tasas mucho más vigorosas, del 2,6%, en 2011. La Comisión Europea y el FMI son más pesimistas, y pronostican que en España la recesión se alargará a todo 2010.
Contracción interanual
Además de certificar la recesión, los datos avanzados por el INE constatan que la economía se contrajo entre octubre y diciembre de 2008 un 0,7% respecto del mismo período de 2007. Para el ciudadano, el decrecimiento del PIB se tradujo en un aumento brutal del paro. Al cierre del año había 3.207.900 desempleados, según la Encuesta de Población Activa.
En una conferencia pronunciada en la Fundación Ramón Areces, José Luis Malo de Molina, director del Servicio de Estudios del Banco de España, aseguró ayer que la salida de este túnel depende, en gran medida, de la evolución internacional, pero también de la capacidad de la economía española para afrontar cinco grandes desafíos: preservar la solidez del sistema financiero para facilitar el flujo del crédito; la adopción de políticas expansivas de la demanda; soslayar el peligro de que los desajustes de competitividad provoquen una mayor sangría en la actividad y el empleo; actuar de forma urgente para contener el paro, y, por último, promover un relevo en las actividades productivas, para dejar atrás el modelo basado en el ladrillo.
Malo de Molina aseguró que la actual recesión es consecuencia de dos procesos que «desafortunadamente» han coincidido en el tiempo. El primero, de origen interno, es la «inevitable» corrección de los desequilibrios acumulados durante la larga fase expansiva anterior. El segundo, la crisis financiera mundial, que añade elementos negativos que se superponen a los problemas internos y que obligan a la economía española a afrontar sus desafíos nacionales en condiciones adversas. «Desde entonces, los procesos originados por el ajuste interno y la crisis internacional se retroalimentan entre sí, añadiendo severidad y complejidad a la situación», recalcó este experto.