«Lo de las denuncias, que se aclare cuanto antes. La imagen que se da no es buena»
El 'número dos' de la CEC pide que «las relaciones entre la Banca y las empresas se normalicen», y reclama la aprobación definitiva del PGOU de Jerez
Actualizado:La Confederación de Empresarios de la Provincia (CEC) nació cuando estrenábamos democracia, 1978, año de autonomías. Pero también en provincias se iban produciendo cambios con necesidades de agrupar voces a través de organizaciones territoriales. Presencia institucional de las organizaciones empresariales con la idea de defender y unir los intereses empresariales. Si bien lo tiempos van marcando nuevos objetivos: contribuir al desarrollo socioeconómico de la provincia, además de participar en iniciativas que propicien la creación de riqueza.
La CEC engloba a más de 15 organizaciones empresariales que a su vez agrupan a más de 16.000 empresas de toda la provincia, estando representadas los principales sectores como el industrial, agrario, pesquero, comercio, servicios o de construcción, entre otros.
Su vicepresidente es Javier Sánchez, con él hablamos de la situación que están viviendo los pequeños y medianos empresarios, su relación con la Banca
-El presidente Rodríguez Zapatero pide concertación y colaboración para salir de esta crisis.
-Creo que es una buena línea de trabajo que puede ser positiva, pero hay que tener en cuenta que concertar es acordar, no imponer. Quiero decir que cada parte tendrá que poner encima de la mesa sus propuestas y buscar puntos de encuentro. Y si no se encuentran hay que gobernar, hay que legislar.
-¿De qué modo se legisla para que todo el mundo quede contento (desempleados, empresarios, bancos )?
-Ay, amigo, eso es lo difícil. Pero ésa es la responsabilidad que tienen los que se presentaron y han sido elegidos. Hay mesas de concertación abiertas a nivel nacional, y esas mesas están para llevar propuestas, parezcan descabelladas o no. Pero lo que no puede haber es un descrédito de las propuestas por el hecho de hacerlas de una parte, hay que respetarlas vengan de donde vengan. Habrá que escuchar sus reflexiones, los contenidos y hacer un análisis serio de todas aquellas medidas que se pongan sobre la mesa.
-¿Cómo están las relaciones empresarios-banca?
-Ése es uno de los grandes capítulos. Desde que estoy en esta responsabilidad es, sin duda, la crisis más profunda, más aguda que hemos tenido. Y tiene un diferencial clarísimo con otras; que no hay posibilidad de encontrar financiación, acceder a créditos, por lo tanto no hay manera de seguir funcionando. Cuando en nuestro tejido empresarial, el 97/% de las pequeñas y medianas empresas necesitan músculo financiero o capital y no lo encuentran, las dificultades son graves.
-Pero Chaves está presionando a las Cajas para que aflojen y den facilidades.
-Eso es lo que haría falta.
-El Gobierno asegura que no permitirá un despido más fácil y más barato. ¿Por que habrá que procurar que no haya tantos despidos.
-Va en la línea de lo que yo le decía antes. Yo creo que merece la pena reflexionar, estudiar y analizar. Que se pongan alternativas o propuestas y que éstas se respeten, vengan de donde vengan. Al igual que si mañana las hacen las centrales sindicales.
-Pero a veces es tan fácil y tan rápido despedir a alguien. Ese trabajador también tiene unos derechos.
-Volviendo al tejido empresarial que tenemos, le puedo asegurar que es un verdadero drama cuando esa situación se plantea. Pero si a un empresario le bajan las ventas al 50/%, le suben los impagados, no encuentra financiación, evidentemente tiene que tomar decisiones. Decisiones amargas y tristes, sobre todo en pequeñas empresas donde la relación es más cercana y casi familiar con los trabajadores. Pero no queda otro remedio que plantear qué hacer con la plantilla.
-Algunos empresarios extremeños decían que retirarían sus activos de los bancos. ¿Sería una forma de presionar y que abrieran el grifo?
-Esto pone de manifiesto la desesperación que en muchos casos hay, tanto en los autónomos como en la PYMES, con la situación que estamos viviendo con un grifo que no se abre. Estamos de acuerdo en que el sistema financiero en sí necesita ayuda, pero si ese dinero que les llegó del Gobierno no está llegando al tejido empresarial y a las familias, habrá que reorientarlo, bien a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) o de otras propuestas. Los empresarios decimos: «Mire usted, yo no podía ser guapísimo y buenísimo hace un año y ahora soy un demonio a perseguir, no hemos podido cambiar tanto». ¿Cuál es el problema? Que hay bancos que están pasando verdaderas dificultades, pero no se está diciendo y esto está poniendo en serias dificultades al tejido empresarial, y los empresarios no tenemos otra receta que encontrar financiación para seguir creciendo y para seguir manteniendo los puestos de trabajo, sino la sangría va a seguir bastante tiempo.
-Le expongo lo que está en la calle; no entienden que después de ir al rescate de los bancos esa inyección económica no se vea materializada.
-Y el pequeño empresario, el autónomo tampoco. Ese ciudadano que un día asumió la aventura y el riesgo de crear su propio puesto de trabajo y riqueza y empleo para otros tampoco se lo explica. Tenemos la impresión, se lo voy a decir en tono coloquial, de que nos ha pasado como cuando de pequeños jugábamos al juego de la escoba. Paraba la música y el que perdía se quedaba con ella; pues nosotros nos hemos quedado con la escoba. Pero, claro, no se puede dejar a la sociedad, a todas las pequeñas y medianas empresas con la escoba en la mano. Los bancos tienen que buscar soluciones para sus problemas internos, que los tienen, tendrá que haber una criba entre entidades financieras, si llegara el caso. Pero el que gobierna tiene que buscar una formula para que también llegue a las familias. Una salida podría ser el ICO, que llegara a las pequeñas y medianas empresas, y que se articulen medidas que puedan incluso transcender de los bancos. ¿Qué está ocurriendo ahora? Que si usted recurre o pide información al ICO, le dice: tiene que hacerlo a través de una entidad financiera, con lo cual estamos donde al principio.
-Botín dice que no se puede dejar dinero a quien no va a devolverlo.
-Me parece lógico, ellos venden dinero y tienen que cobrarlo. Pero lo que no tiene sentido es que antes se le diera a todo el mundo y con todas las facilidades y que ahora no se le dé a nadie. Ni siquiera a empresas solventes, que las hay, y muchas, que necesitan tener un colchón financiero. Son empresas que no poseen un historial de impagados, que no pertenecen el sector de la construcción, que, por otro lado, ahora son miradas con lupa. Pues están teniendo un montón de problemas, y no tiene sentido. Si yo era rentable antes para el banco, debo serlo ahora también y, sin embargo, no encuentro las mismas facilidades.
-Dentro de esta recesión, definida por el presidente Zapatero como la peor de la historia, está la otra crisis, la de la confianza.
-La crisis de la confianza es la que hace que el consumo esté bajo mínimos. Es cuando uno está pensando cambiar de coche o comprarse un sofá nuevo pero se lo piensa y dice: «Con el que tenemos aguantamos un año más». Esto no sólo pueden arreglarlo los bancos. El Gobierno tiene que poner medidas. Tiene que empezar a verse señales de que esto puede cambiar. Y, sobre todo, porque como sociedad estamos condenados a salir de esta. Tardaremos más o menos, algunos se quedaran en el camino pero y desde luego las empresas grandes, pero sobre todo, las pequeñas y medianas y los autónomos necesitamos normalidad en nuestra relación con la Banca. Necesitamos que se nos mire desde el punto de vista de la rentabilidad, la solvencia, la seriedad y la trayectoria empresarial y no desde una coyuntura y una situación que los empresarios no hemos creado.
-El impacto psicosocial también está haciendo mucho daño.
-El dinero es lo más miedoso del mundo. Cuando se oye que una empresa ha quebrado en Baviera, nos queda lejos. Pero cuando uno ve al vecino, a un primo, a un hermano, ya le estás poniendo nombre y apellidos a la situación y entramos en un estado de ánimo negativo y nos apalancamos. Y así no salimos adelante. Mire, hay sectores que están en serias dificultades, pero hay otros que van bien pero no se atreven a gastar por miedo. Pero, como le decía antes, si yo tengo un negocio que vendía 10 y ahora vendo 4 y tengo tres empleados, yo no puedo asumir la responsabilidad de la sociedad y tragarme durante x meses a dos personas que ahora no me son operativas.
-Al Gobierno le está costando caro: sube el gasto publico por las prestaciones, el gasto social, baja el volumen de ingresos de los trabajadores .
-Cádiz es la quinta provincia de España en gasto social, en subsidio a la población en paro. Aquí siempre ha existido un gran olvido social. En esta zona hay dramas importantísimos y gravísimos detrás de cada situación de desempleo, que afecta a dos o tres personas de una misma familia. La unidad familiar se ha quedado sin recursos, éso es terrible, pero no le quepa la menor duda que hay una parte de la sociedad que también lo vive. Es decir, cuando un autónomo tiene que cerrar su negocio y en los últimos meses han sido más de trescientos en Jerez y casi dos mil en la provincia, le aseguro que no tienen protección de desempleo y además han tenido que despedir y asumir las deudas y obligaciones que de su actividad profesional le vengan, evidentemente queda en una situación dramática. Que el sol sale para todos, pero los problemas también nos vienen para todos. Aquí no se salvan los empresarios y no se puede hacer un punto y aparte con ellos. Y sepa que un empresario fue mucho más feliz cuando contrató a una persona, porque pensó que el negocio daba para más, y ahora no tiene capacidad financiera para seguir. Y es un drama cuando tiene que comunicarle que se tiene que ir.
El vicepresidente de la CEC se lamenta recordando que «algunas organizaciones y sectores, en el otoño de 2007, empezamos a detectar señales de que las cosas podían venir difíciles». Claro, que nunca pensaron que se llegaría a esto. «Algún economista ilustre lo definió como la tormenta perfecta. Yo creo que ha sido una conjunción de situaciones en España. Con los matices inmobiliarios que nos diferencia del resto de Europa; pero a nivel internacional con una crisis financiera donde los niveles de prevención o de seguridad no han funcionado y nos han llevado a una situación con falta de referencias, de liderazgo y de confianza».
-Pero el sector de la construcción, que ahora está en entredicho, sigue siendo importante.
-Hay que ser justos con el sector inmobiliario. Durante unos diez años ha sido un verdadero motor de la economía. Ha creado mucha riqueza en la sociedad, no sólo directamente a través de empleo, sino con pagos, impuestos, licencias de obras, que estaban todas las gerencias de urbanismo con colas. En fin, con ingresos importantes. No podemos caer ahora en el desprecio, como si fuera un sector maldito. Debe seguir siendo importante, sobre todo porque todavía hay carencias de viviendas de protección oficial pero está claro que la construcción tiene que reorientarse y hacer un esfuerzo para que el suelo no sea lo más caro, que es lo ha terminado influyendo en los precios de las viviendas, y ahí tienen mucho que decir las administraciones locales.
-¿Y sobre esto el Ayuntamiento de Jerez qué tiene que decir?
-Una cosa fundamental: que tengamos unas reglas del juego. Para poder poner cosas en marcha, para trabajar, si se quiere avanzar, hace falta la aprobación del Plan General (PGOU) porque Es que ya va siendo hora, creo que vamos para cuatro años. Es un tema fundamental. Después, una política fiscal adecuada y con atracción de inversiones. Una política de normalidad, intentando alejar los ruidos e interferencias que no tienen sentido y que cuando captemos una buena inversión no empecemos a pelearnos a ve quién la trajo o la dejó de traer, porque el problema es que se aburra y se vaya a otro sitio.Y que la administración se agilice. ¿No que me pida usted tres veces el mismo dato! Que un ciudadano en una ventanilla única pueda resolver todas los trámites. En fin, dar facilidades eliminando trabas burocráticas.
-Y una estabilidad política. ¿Hizo daño a la inversión la inestabilidad política que tuvo Jerez?
-Desde luego fueron años de Mire, es que no se sabía si por la mañana había que jugar a balonmano o había que jugar al fútbol, y eso desconcierta mucho. Al empresario nos gusta levantarnos sabiendo a qué vamos a jugar y no teniendo que estar permanentemente midiendo los gestos, las presencias, las ausencias o si esto está más cerca de uno o está contra otro. Después se ha visto que, a pesar de los pesares, se han podido sacar cosas adelante. Evidentemente, se sacan más cómodamente cuando se gobierna con mayoría suficiente. Y creo que aquella época nos dio lecciones a la sociedad jerezana de cómo se deben enfocar los temas y la necesidad de diálogo en las relaciones políticas.
-Y sobre la situación actual con denuncias en los juzgados y titulares que van y vienen.
-Bueno, después de lo que está cayendo a nivel nacional creo que la sociedad lo ha somatizado. Y desde el mayor respeto a la actuación judicial en los temas concretos, me va a permitir que no me pronuncie. Pero preferiría que no existieran esas situaciones, aunque esto es como una utopía, están ahí. Ahora que cada palo aguante la vela que le toque. De todas maneras, no creo que afecte demasiado, pero tampoco sabemos qué alcance va a tener todo esto. Eso sí, que se aclare cuanto antes. Porque no es buena la imagen para entidades, instituciones, ni para la ciudad.
-¿Qué haría falta para atraer industrias a Jerez?
-Si somos capaces de arreglar definitivamente el Plan, si somos capaces de entrar en el mercado con precios competitivos, no vale vender el suelo como si fuera el suelo de la calle Serrano de Madrid. Mire usted, el suelo industrial debe ser barato, asequible y en buenas condiciones de acceso, infraestructuras a poco que nos pongamos empezará a cambiar. Entre otras cosas porque Jerez se puede permitir ese lujo por el término municipal que tiene, ancho y largo como para que se pueda hacer compatible chimeneas con cultura, con actividad gastronómica, enológica o turística. No estamos hablando de la ciudad de Cádiz, donde no hay sitio.
-Un consejo para esta sociedad de consumo.
-El que pueda que siga consumiendo, que si se puede comprar un coche, que se lo compre. El dinero tiene que seguir moviéndose, pero no vivir por encima de nuestras posibilidades. Hubo un tiempo que estuvimos en una fiesta y pensábamos que iba a durar toda la vida, y ahora lo estamos pagando. Hemos tenido comportamientos de sociedad rica sin serlo. De los errores se aprende, lo malo es que hay muchos que están pagando las ambiciones de otros.