Un operario trabaja en las instalaciones de Renault de Valladolid. / Archivo
crisis financiera mundial

El presidente de Renault elude aclarar el futuro de las plantas del grupo automovilístico en España

La firma automovilística francesa ha presentado unos beneficios en 2008 inferiores en un 78,1% a los del año anterior y está inmersa en un ERE que afecta a 10.300 trabajadores de sus secciones en nuestro país

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El presidente del Grupo Renault, Carlos Ghosn, ha apelado a a las incertidumbres generadas por la crisis del automóvil para eludir un posicionamiento claro sobre el futuro de las plantas de la marca francesa en España.

Ghosn ha presentado en París los resultados del grupo, que obtuvo el año pasado un beneficio neto de 599 millones de euros, frente a los 2.734 millones del ejercicio anterior, lo que implica una caída del 78,1%. La cifra de negocio fue de 37.791 millones de euros, un 7% inferior a la de 2007, que alcanzó los 40.682 millones de euros.

El directivo de la marca francesa ha comentado que "este año tiene demasiadas incertidumbres y, a partir de ahí, veremos la capacidad productiva que necesitamos, pero, de momento, no tenemos ningún modelo en nuestros planes futuros que sea compatible con la planta de Valladolid".

"No creo -ha proseguido el presidente de Renault- que ningún fabricante tome una decisión ahora tal como están las cosas porque no se ha tocado fondo y las reestructuraciones cuestan muchos dinero y hay que tenerlo preparado para cuando se supere esta fase, en la que nos enfrentaremos a un escenario totalmente nuevo".

Contactos con el Gobierno

Patrick Pelata, el director general del Grupo, no ha arrojado más luz sobre el asunto y se ha limitado a indicar que en los contactos actuales entre la firma y los gobiernos español y castellano-leonés se analizan las vías de futuro de las plantas en el horizonte de 2010 ó 2013. "Estamos en tratos con estos gobiernos para ver la mejor forma de utilizar la planta de Valladolid y hemos lanzado ciertas ideas: podemos acabar con la negociación a finales del mes que viene".

Ghosn ha puntualizado también la situación de la planta de Tánger y ha explicado las causas por las que esta inversión se había paralizado. El presidente de Renault ha subrayado que la fábrica marroquí está destinada a la producción de la gama Logan, de Dacia, un coche dirigido a los mercados emergentes que no tiene sentido producir en Europa Occidental, y que Nissan tenía programado montar en este escenario un utilitario de bajo coste dirigido a los mismos mercados.

Para Ghosn, estos productos no suponen ninguna competencia con los arquetipos de vehículos que se producen en Europa.

Ghosn ha precisado que la situación de crisis no ha escapado a esos mercados emergentes y esa coyuntura, junto a la necesidad del grupo de reducir gastos, ha motivado la paralización de dicha planta, pero apuntó que superada la crisis se retomará su viabilidad.

Momento muy delicado de la industria

Opina que la situación de la industria pasa por un momento muy delicado, del que se saldrá, pero con un escenario para el sector completamente nuevo. Sobre esa predicción, Renault reorientará sus planes y objetivos y, entre los mismos, citó especialmente un nuevo plan como el del Contrato Renault 2009, que ha sido superado por los acontecimientos, pero que se recuperará adaptado a los nuevos retos globales.

Los trabajos de la empresa para superar esta fases de crisis se asientan sobre actuaciones que dejarán a la empresa en una situación muy favorable para abordar la nueva fases post crisis. Una de estas actuaciones es una intensificación de las sinergias en la alianza con Nissan, en la que se abre una etapa con la creación de una nueva entidad que dirigirá las distintas fases de colaboración.

Sobre las recientes ayudas concedidas por el Gobierno francés, Ghosn ha sido taxativo al subrayar el término ayudas, "que no donaciones", pues se trata de préstamos por 3.000 millones de euros amortizables a un tipo de interés del 6%.

Ghosn admite que el tipo de interés medio actual con el que Renault trabaja en sus créditos está en torno al 4% y que este tipo de interés el Gobierno es superior, pero lo defendió, porque acudir al mercado financiero en busca de circulante en la actualidad tiene intereses del 9%.

Esto sirvió a Ghosn para indicar que "mientras el sistema financiero tenga la mano cerrada será muy difícil superar este entorno de crisis".