Los talibanes ponen en jaque a Kabul con varios ataques

Un doble atentado suicida y una serie de tiroteos perpetrados por supuestos talibanes contra varios edificios gubernamentales han vuelto a sembrar la muerte en Kabul. Cerca de 40 personashan muerto en diversos ataques de las milicias talibán y en enfrentamientos entre los insurgentes, por una parte, y el Ejército y las fuerzas de la OTAN, por otra, en la provincia de Logar, al sur de la capital.

Por una parte, un insurgente suicida ha intentado atacar esta mañana la sede del Ministerio de Educación, próximo al Palacio Presidencial, y ha muerto por disparos de la Policía antes de detonar la carga explosiva que portaba, según el Ministerio del Interior. Apenas cinco minutos después, cinco hombres armados entraron en la sede del Ministerio de Justicia, en la misma zona, y han asesinado a dos guardias de seguridad. Uno de los asaltantes ha muerto por disparos de la Policía y los otros cuatro mataron a diez civiles dentro del edificio antes de caer por los disparos de la Policía.

Casi simultáneamente, dos insurgentes suicidas entraron en el edificio del Departamento de Prisiones en el barrio de Jair Jana, en el norte de la capital. Uno de ellos murió por los disparos de la Policía y el otro mató a un agente, antes de hacer detonar la carga explosiva y causar el fallecimiento de siete policías.

Por otra parte, cuatro soldados afganos han muerto por la explosión de una bomba al paso de su vehículo durante una operación militar en la provincia de Logar, a 70 kilómetros al sur de Kabul, según un portavoz provincial. Otra bomba en la misma provincia, según informa la OTAN, ha causado la muerte de un soldado francés y de su intérprete afgano, mientras que en otro punto de Logar, cuatro civiles y un talibán perdieron la vida a causa de un ataque aéreo de la OTAN, según un portavoz provincial.

Kabul, en máxima alerta

Tras responsabilizarse de los ataques, los talibanes aseguraron que en la ciudad habían penetrado siete suicidas y que habían atacado cuatro lugares, según su portavoz, Zabiullah Mujahid, en declaraciones recogidas por Tolo. Tomada por las ambulancias, Kabul se encuentra en alerta máxima y las autoridades han ordenado un intenso despliegue policial ante la noticia de los atentados, sin que por el momento haya un recuento oficial de víctimas.

Los ataques suicidas habían golpeado la capital en varias ocasiones, la última de ellas el pasado 17 de enero frente a la embajada alemana, cuando un suicida a bordo de un vehículo detonó una carga explosiva y mató a cuatro afganos y un soldado de EEUU.