La ministra de Exteriores y cabeza de Kadima, celebra el resultados de los primeros recuentos de votos./ Afp
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Netanyahu apunta al Gobierno israelí pese a la exigua victoria electoral de Livni

Una coalición de derechas liderada por el ex primer ministro podría llevar al Kadima, que ha logrado un escaño más que su rival, a la oposición

JERUSALÉN Actualizado: Guardar
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Horas después de conocerse los resultados de las elecciones en Israel, que otorgaban la victoria por tan sólo un escaño al centrisa Kadima de Tzipi Livni, los dos principales partidos del país han comenzado a mover hilos para conseguir un pacto que les permita gobernar. Lo ajustado de los resultados dejan abiertas todas las posibilidades y los dos probables aspirantes a primer ministro, Livni y Netanyahu, siguen compitiendo tras dejar las urnas, por los aliados para formar gobierno.

Con el 99% del voto escrutado, el partido centrista Kadima se coloca en primer lugar con 28 escaños de los 120 que componen el Parlamento israelí (Kneset), seguida por el derechista Likud de Netanyahu, con 27. Este ajustado resultado y el complejo sistema parlamentario obliga a los aspirantes a primer ministro a formar coaliciones con otras formaciones, siendo a priori Netanyahu, el que podría disfrutar de una mayoría más estable al aliarse con los partidos de derechas.

El líder del Likud se ha reunido esta tarde con el dirigente del partido judío ortodoxo sefardí Shas, Eli Yishai, cuya formación ha obtenido 11 diputados, para analizar la posibilidad de que la formación religiosa se sume a una eventual coalición de gobierno. Mientras, Livni también se ha puesto manos a la obra y se ha entrevistado con Avigdor Lieberman, líder de la ultraderechista Israel Beitenu, que fue la tercera formación más votada en los comicios de ayer, obteniendo 15 escaños. Horas antes, la líder de Kadima ha mantenido un encuentro con el dirigente del bloque pacifista Meretz, Jaim Orón, que sólo logró 3 escaños.

Todas las opciones abiertas

Tras su conversación con Livni y horas antes de comenzar a negociar con el Likud, el partido ultraderechista Israel Beitenu, que ha despertado las simpatías de importantes sectores de la población con un mensaje directo y propuestas tales como hacer un "test de lealtad" a la ciudadanía árabe del país, se ha reunido en su seno para estudiar a cuál de los candidatos con más predicamento se unirá para formar gobierno.

En medio de todos estos movimientos, el Partido Laborista, encabezado por Ehud Barak, que ha sufrido el descalabro más importante de su historia al obtener 13 diputados, ha anunciado su intención de pasar a formar parte de la oposición y no integrar ninguna coalición de gobierno.

Lo que parece imposible es que los dos partidos que han conseguido un mayor respaldo en la urnas se unan en una coalición de gobierno, en la que el jefe del Ejecutivo rotaría entre Livni y Netanyahu, tal y como habían apuntado algunos analistas. Ambos partidos se han mostrado contrarios a esta opción.