El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pronuncia un discurso durante su visita a unas obras en la localidad de Springfield. /Efe
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El Congreso llega a un acuerdo sobre el plan de estímulo de Obama que asciende a 789.000 millones de dólares

El texto definitivo servirá para crear más "puestos de trabajo que en la versión del Senado y gasta menos dinero que en la versión de la Cámara de Representantes"

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Los líderes demócratas y republicanos del Congreso de Estados Unidos han alcanzado un acuerdo sobre el plan de estímulo económico que pide el presidente Barack Obama, que asciende a 789.000 millones de dólares y que podría votarse mañana.

Tras una ronda de intensas negociaciones, los líderes de ambas cámaras del Congreso han logrado "cerrar las diferencias" y alcanzar un acuerdo que "es fiel" a la meta de crear millones de empleos, ha señalado el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, quien ha señalado que la versión final del plan "crea más puestos de trabajo que en la versión del Senado y gasta menos dinero que en la versión de la Cámara de Representantes".

Tras el acuerdo pactado hoy, el plan prevé la creación de 3,5 millones de empleos y destina más de una tercera parte de los fondos a rebajas de impuestos para la clase media, según ha explicado la senadora republicana Susan Collins, para quien el el acuerdo fomentará un "equilibrio" económico y cada una de sus cláusulas está destinada "a la creación de empleos". El texto final del plan será sometido a votación por el pleno de ambas cámaras del Legislativo "en los próximos días, posiblemente mañana", ha dicho Reid.

Recortes en el plan definitivo

La versión definitiva del plan armoniza el texto que aprobó el Senado, que ascendía a 838.000 millones de dólares y el que fue aprobado por la Cámara de Representantes el 28 de enero -sin el apoyo de ningún republicano- que preveía 819.000 millones de dólares. Así, el acuerdo alcanzado hoy supone un proyecto de ley mucho menos ambicioso, incluso, que el monto original de 900.000 millones de dólares que sopesó al inicio del debate la Cámara Alta.

Las principales diferencias entre las dos versiones yacían en la formulación de los recortes tributarios y de gastos para proyectos de infraestructura, programas sociales y ayudas a los gobiernos estatales.