Un menor se entrega después de matar a su tía y herir a su abuela en su domicilio de Oviedo

Un joven de 17 años se ha entregado a la Policía en Oviedo tras confesar que había matado a su tía y herido a su abuela con un arma blanca en el piso que ambas compartían en la calle Félix Aramburu de la capital asturiana. El joven, cuya identidad no ha sido desvelada, llamó a la Comisaría al mediodía para confesar que había "matado a sus abuelos".

Inmediatamente se trasladaron hasta el lugar varias dotaciones policiales que comprobaron en el rellano de uno de los pisos del inmueble había una mujer tendida en el suelo con varias heridas de arma blanca. En el rellano del piso superior estaba el joven ensangrentado con un cuchillo en la mano, el autor de la llamada. Al entrar en el piso, se encontraron herida a una anciana de 84 años, abuela del menor, sentada en un sillón.

La primera mujer, de 49 años, tía del joven, ha fallecido poco después pese a la atención médica, mientras que la abuela ha sido trasladada al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, donde se encuentra ingresada. El menor, que no vivía en ese domicilio, fue detenido acusado de dos delitos de homicidio, uno de ellos en grado de tentativa.

El detenido pasará mañana a disposición de la Fiscalía de Menores de Asturias, ya que, al ser menor, sólo puede estar 24 horas retenido en las dependencias policiales y cuando sea interrogado deberá estar presente un abogado y algún familiar que le represente legalmente.

La tía intentó pedir ayuda

Los primeros datos de la investigación apuntan a que la mujer fallecida trató de pedir ayuda a sus vecinos minutos antes de morir, cuando ya se encontraba herida e intentaba huir del agresor. Todos los timbres de las puertas de los pisos ubicados en la quinta y cuarta plantas del inmueble donde ocurrieron los hechos se encuentran manchados de sangre, supuestamente de la mujer fallecida cuando intentaba pedir ayuda.

Una vecina del cuarto piso ha declarado que oyó el timbre cuando se encontraba en la ducha y al abrir se encontró un "charco de sangre" en la puerta de su casa y un reguero que conducía hasta el tercer piso. Cuando bajó a ese piso con una manta "para auxiliar al herido" y se encontró a la mujer en la escalera entre la tercera y cuarta plantas tendida en el suelo "en posición fetal".