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EXULTANTE. 'El Langui', emocionado al recoger su Goya al mejor actor revelación./ LA VOZ
JUAN MANUEL MONTILLA 'LANGUI' CANTANTE Y GOYA AL MEJOR ACTOR REVELACIÓN POR 'EL TRUCO DEL MANCO'

«Hay que dejar de quejarse y actuar»

La falta de oxígeno en el parto le dejó con medio cuerpo paralizado. El popular rapero de 'La Excepción' nunca se rinde, como el protagonista de su primera película

ALFONSO ARMADA
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«Lo que hay de de mí en Cuajo es lo que me identifica con el personaje, la minusvalía física y la pasión por la música, en este caso el hip-hop. Todo lo demás es pura ficción y un trabajo duro de interpretación». Cuajo es el personaje ideado por el cineasta Santiago Zannou, hijo de un inmigrante africano que, como El Langui, demostró que las fronteras están para cruzarlas. Zannou consiguió con El truco del manco dirigir su primer largometraje, un Goya para él como mejor director novel y dos para El Langui como mejor actor revelación y mejor canción.

Los dos «cabezones» los tiene Montilla en su casa de San Martín de la Vega, donde vive con su mujer, Rocío, y el hijo de ambos, Hugo. A sus 24 años, Juan Manuel Montilla, el líder del grupo rapero La Excepción, es una figura cercana que no se da el menor pisto y, pese a sus dificultades para caminar, con los pies bien plantados sobre la tierra. La Excepción, uno de los mejores grupos de rap de España, a juicio de los entendidos y de sus miles de seguidores, está formado por los MC's (maestros de ceremonia), Langui y Gitano Antón, y por el dj Dako Style (Javier Ibáñez). Tres hijos de Pan Bendito, en el distrito madrileño de Carabanchel.

-«Y si no hay luz, pues a tientas, coño» es una frase de A tientas, la canción que ganó un Goya. ¿Es ésa es su filosofía de vida?

-Cuesta decirlo, pero creo que es lo que deberíamos de hacer todos. Dejar de quejarse y actuar, que mira cómo están los tiempos: guerras, violaciones... Desenfoca la cámara y están los que mandan con su sonrisa, y con una piedra jugando con otra piedra como si fueran dos coches, y mientras nosotros aquí con el paro. Ay, se me ha ido la luz. Claro que hay que quejarse y que apretar tuercas. Yo me lo aplico a mí también, cuando no hay luz o lo que sea. Vamos ya, vamos ya, cojones, vamos a ponernos las pilas, tanto yo como los políticos, como el pueblo. Todo el mundo.

-La ciudad es una carrera de obstáculos, ¿cómo ha sido la vida para Juan Manuel Montilla?

-Obstáculos ha habido muchos. Más allá de los arquitectónicos, que son los que te machacan, ha habido obstáculos de todo tipo. Pero no hay que olvidar que a veces el obstáculo está en uno mismo, no en la escalera. Muchas veces el problema eres tú. Pero mi vida ha sido muy bonita, de amistad, sobre todo en el aspecto de la gente que me ha rodeado, de mis padres y del gran grupo de amigos y de colegas, de mis once amigos, que para mí han sido el gran apoyo. La amistad es lo que me ha dado el power.

-¿Qué le aporta el hip hop?

-Me lo da todo, me hace sentirme útil y me hace quitarme todo lo que tengo dentro en momentos claves. Partiendo de ahí el hip hop para mí es todo, es pasión, es mi hobby y mi trabajo.

-¿Qué le diría a quienes dicen que no se puede rapear en español, que el inglés es más versátil?

-Yo creo que no, que más versátil es el español. Tenemos un lenguaje y una lírica que es mucho más amplia. Lo que hay que hacer es no copiar. Tenemos un gran vocabulario y se puede hacer algo muy nuestro, que yo creo que lo estamos consiguiendo con grupos como Violadores del Verso o La Excepción.

-¿Escribe a mano?, ¿anota en la cabeza o en el móvil ideas o palabras?

-Yo no soy un tío que necesite escribir todos los días, ponerse delante del papel y el boli. Compongo desde muy adentro, desde mis vísceras. Para mí es lo más bonito de esta profesión, componer, que te salga todo, llorar, reir, las lágrimas te caen en el cuaderno, se te moja el boli...

-¿Hay algún poeta que le haya inspirado o que le conmueva?

-Que me lleguen al corazón líricamente hasta caérseme las lágrimas, Gitano Antón, Javier Ibarra, Miguel Benítez, que en paz descanse, que era de Los Delinqüentes... Y el Canijo, también de la banda jerezana, que sigue su estela.

-¿Y hablando de los poetas tradicionales de la lengua española?

-Es una historia que no frecuento, que está ahí, son las raíces.

-¿Pero qué libros le gusta leer?

-Pero es que no leo, tío. El fracaso escolar nunca llegó tan lejos, lo puedes poner tal cual.

-Muchos raperos americanos se rodean, en cuanto triunfan, de mujeres que parecen furcias?

-Son furcias.

-Colgantes de oro y coches con los vidrios tintados. ¿Qué le parece todo ese mundo?

-Me parece que va fatal. Me parece que aquí en España un ochenta por ciento quiere ir por ese camino. Es una lástima que unos nos lo estemos currando para abrir más puertas, y con ese tipo de cosas no nos tomen en serio. A mí sí que me toman en serio. Tampoco puedo decir que de este agua no beberé, porque a lo mejor dentro de dos discos se me va la pelota y lío la de Dios es Cristo...

-¿Qué le dice Eminem? ¿Hay algún punto de contacto entre lo que hace y el rapero blanco?

-Eminem me gusta mucho. No es mi rapero favorito, pero me encanta porque respeto mucho su trabajo, es un crack. Fíjate que en una profesión de negros, allí en Estados Unidos, ha destacado un blanco, y con esa frescura, con esa reivindicación que le falta a muchos de los negros de allí, que tienen el poder y no lo han hecho y han preferido otro tipo de movida.

-¿Es el rap la canción protesta de esta época?

-Podría ser. Que se olvide toda la peña de todo lo que hay porque esto es lo que brinda.

Langui dice que La Excepción no está todo el día reivindicando, pero no se pueden desaprovechar las ocasiones. Y así lo hizo durante la ceremonia de los Goya, porque la organización «no estuvo a la altura» sabiendo que Jesús Franco, en silla de ruedas, iba a recibir el Goya de honor y él optaba a dos estatuillas. Pero para El Langui «ir de víctima no ayuda nada. A ti mismo no te ayuda». No soporta que le compadezcan.

-'A mí no me digas que no se puede' es el lema de El truco del manco. Parece un eco del 'Sí, se puede', de Obama. ¿A quién se le ocurrió primero?

-A nosotros, lógicamente. Llevamos cinco años con el proyecto, desde que yo estaba grabando Cata Cheli, y el lema siempre estaba ahí. Pero no es de Obama ni de Langui ni de Santiago Zannou, es un lema de generaciones. 'Hijo, a mí no me digas que no. Cúrratelo'.

-La Excepción son un gitano, un minusválido y un DJ. ¿Son una internacional contra el racismo y el miedo?

-Totalmente, bastante curioso. Yo creo que es muy bonito y un ejemplo. Ya es un ejemplo para nuestro país un gitano y un payo juntos, los dos, y los dos intercambiando, que a veces el más gitano parezco yo y al revés.

-¿Cuál es su sueño?

-Mi sueño sería andar bien, tío, y meterme en un equipo de fútbol. Mi sueño de siempre ha sido ser jugador de fútbol.

-¿Quién es Juan Manuel Montilla?

-Un tío de barrio, un currante, hijo de José Luis Montilla y de Aurelia Macarrón, y un tío muy pasional que le conmueve la amistad, le conmueve el amor, y no más, un currante.