La ministra de Exteriores y cabeza de Kadima, celebra el resultados de los primeros recuentos de votos./ Afp
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El partido de Livni gana las elecciones, pero no consigue la mayoría para garantizar su permanencia en el gobierno

El Kadima aventaja en un punto porcentual al nacionalista Likud

JERUSALÉN Actualizado: Guardar
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El Partido Kadima, liderado por la actual ministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Livni, ha ganado las elecciones en Israel al conseguir 29 escaños, uno más que los obtenidos por el partido Likud de Benjamín Netanyahu, según el último balance ofrecido por los medios israelíes, con el 99% de los votos escrutados.

A pesar de los primeros resultados de los comicios, no es del todo seguro que Livni consiga los 61 diputados necesarios para formar gobierno. Consciente de ello, ha invitado a su rival derechista Netanyahu a sumarse a un gobierno de unidad, que estaría liderado por el Kadima, aunque éste rechazó 'a priori' su propuesta, convencido de que él será quien gobierne el país.

Así las cosas, Netanyahu podría aceptar la propuesta de Livni, o formar una coalición de derechas uniéndose al tercer partido en resultados, el ultraderechista Yisrael Beiteinu de Avigdor Lieberman, que ha conseguido 15 escaños. Otra alternativa sería una alianza con la cuarta fuerza, el Partido Laborista de Ehud Barak, que habría conseguido 13 escaños del total de 120 de la Knesset (Parlamento). Por el momento, ni Barak ni Lieberman se han decantado por ninguna de las dos formaciones mayoritarias, lo que genera todavía más dudas de cara a acordar una coalición de Gobierno.

A pesar del apretado resultado, ambos candidatos proclamaron su victoria escasas horas antes de que se cerrara el escrutinio y aseguraron que se convertirían en el próximo primer ministro del país. "Hoy la gente ha elegido al Kadima y formaremos el próximo Gobierno", aseguraba Livni, quien añadía que había ofrecido formar un gobierno de unidad a Netanyahu, aunque éste "lo rechazó y dijo que había que esperar a que la gente decidiese". Además, ha pedido a la derecha que "respete los deseos de los votantes".

Jornada sin incidentes

La mayoría de los candidatos acudieron esta mañana a votar y pidieron a los israelíes que acudan masivamente a las urnas. Uno de los últimos en hacerlo ha sido Netanyahu, quien depositó su papeleta en Jerusalén, donde ha afirmado que "el pueblo quiere un cambio y lo elegirá hoy". Livni ha emitido su sufragio en Tel Aviv a primera hora de la mañana, confiada en que "mucha gente" introduzca en la urna la misma papeleta que ella. La dirigente ha pedido a los israelíes que no voten "desde la desesperación y el miedo sino desde la esperanza".

El cabeza de lista del partido de extrema derecha Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, ha acudido a un colegio del asentamiento judío de Nokdin en Cisjordania, donde reside, y pidió a todos los ciudadanos de Israel, "cristianos, musulmanes y judíos" que voten y recuerden que "hay un partido que puede hacer el trabajo". El líder del Partido Laborista, Ehud Barak, ha ejercido su derecho a voto en Tel Aviv, donde se ha mostrado confiado en que su formación saldrá reforzada de las urnas.

La jornada electoral transcurre por el momento sin incidentes destacables, a excepción del registrado en la localidad árabe israelí de Um el-Fahem, donde el candidato de ultraderecha Baruj Marzel trató de acudir como apoderado de su partido para formar parte del comité de supervisión electoral. A mediodía, distintos partidos habían presentado 68 denuncias de irregularidades menores en varios colegios electorales. Las fuerzas de seguridad israelíes están en alerta con motivo de la jornada electoral y han extremado las precauciones en las localidades fronterizas del norte del país y con la franja de Gaza.

Empate técnico

Más de 5,2 millones de israelíes estaban llamados a las urnas, en unas elecciones a las que han concurrido 34 formaciones políticas, y en las que partían como favoritos el conservador Likud, que lidera el halcón Benjamín Netanyahu, seguido por un apretado margen por el partido gobernante centrista Kadima, encabezado por la paloma Tzipi Livni.

Ante lo cerrado de los sondeos, dos factores podrían inclinar finalmente la balanza hacia el halcón Netanyahu, que representa el Israel irredento e inflexible, o la paloma Livni, que encarna la incipiente voluntad de entendimiento con los vecinos árabes. El primero de esos factores es el índice de afluencia a las urnas entre el millón de posibles votantes que se declaran indecisos, lo que supone aproximadamente el 20% del censo. Según los pronósticos, una alta participación favorecería a Kadima.

Netanyahu ha liderado durante meses la intención de voto, pero Livni ha recuperado terreno en los últimos días y, según un sondeo que publicó el pasado fin de semana el diario Haaretz, ambos llegan a la cita electoral con un virtual empate técnico. La encuesta otorgaba entre 25 y 27 escaños al Likud, y entre 23 y 25 al Kadima, mientras que la tercera formación en liza sería la ultra derechista Israel Beitenu, con entre 16 y 18, y el izquierdista Partido Laborista, con entre 14 y 16, la cuarta.