El atentado en la T-4 de Barajas ocasionó la muerte de dos personas y numerosos daños materiales. / Archivo
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Madrid, blanco de los terroristas

El atentado de hoy es la primera acción terrorista de ETA en la capital de España desde el atentado de la T-4 el 30 de diciembre de 2006

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Madrid ha sido objetivo de ETA en numerosas ocasiones, concretamente un total de 44 coches bomba han estallado en esta ciudad. La última vez que la banda atentó en la capital española fue cuando estalló un coche bomba en el aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas, el 30 de diciembre de 2006. En esa fecha, ETA hizo estallar un coche cargado de explosivos en el edificio del aparcamiento D de la Terminal 4 de Barajas causando importantes daños materiales y provocando la muerte de los ciudadanos ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate. Aquel atentado ponía fin a nueve meses de tregua y a 1.309 días sin víctimas mortales.

La zona donde hoy se ha producido la explosión del coche bomba, el recinto ferial de Madrid, ya fue objeto de un atentado similar el 9 de febrero de 2005. Un coche bomba cargado con 30 kilos de explosivos estalló en las proximidades del recinto ferial Ifema, a las 9.30 de la mañana, media hora después de que se recibiera en Gara un aviso en nombre de ETA anunciando la existencia del vehículo. El atentado causó heridas a 37 civiles y cinco agentes de policía. El edificio de la empresa Bull fue el más afectado. El explosivo estaba contenido en un Renault 19 que había sido robado la noche anterior en Guadalajara y al que se le habían colocado placas falsas de matrícula. El atentado se produjo horas antes de que se inaugurara la feria Arco con presencia del Rey y del presidente de México.

Meses después, la organización terrorista atentó contra el Estadio de la Peineta, en el distrito de San Blas, once días antes de que se designara a la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2012. Ese 25 de junio de 2005 estalló un Renault 19, con las matrículas dobladas, contra el símbolo de la candidatura madrileña a los Juegos de 2012.

El distrito de San Blas ya fue objeto de la violencia etarra el 25 de mayo de ese mismo año, cuando una furgoneta cargada con 20 kilos de explosivos estalló en la calle Rufino González, causando lesiones leves a 52 personas.

En abril de 2002 los pistoleros dirigieron sus acciones contra la sede de Repsol-YPF, en el Paseo de La Castellana.

Según datos recogidos a lo largo de 2001, los terroristas consiguieron atentar en siete ocasiones en Madrid, seis de ellas mediante coches-bomba. Uno de estos atentados produjo una veintena de heridos en pleno centro de Madrid, otro asesinó a un policía nacional y otro de ellos estalló en el parking del aeropuerto de Barajas.

Además, los terroristas asesinaron a un general de brigada e hicieron estallar otro coche el día del cierre de la campaña electoral vasca, el 11 de mayo de 2001. Seis meses después, la organización hizo explotar otro vehículo en la calle Corazón de María. En aquel momento se logró desarticular al 'comando Madrid ', con la detención de Ana Belén Egués y Aitor García Aliaga, gracias a que un ciudadano anónimo observó cómo los dos etarras abandonaban el lugar de la explosión y se decidió a seguirlos con su vehículo, al tiempo que alertaba a la Policía.

En 2000, el año siguiente a la tregua de ETA, la capital fue objeto de tres atentados, los tres mediante coche-bomba. El primero de estos ocasionó la primera víctima mortal tras el final de la tregua, el teniente coronel del Ejército del Aire, Pedro Antonio Blanco García.

1985: Primer atentado con víctimas en Madrid

El primer coche-bomba etarra que causó víctimas en Madrid fue colocado el 25 de abril de 1985 y provocó tres muertos. Tres meses más tarde, el 12 de junio, un artificiero murió al tratar de desactivar uno situado en el aparcamiento de El Corte Inglés de la avenida de Felilica Argentina. El 14 de julio de ese mismo año doce personas murieron en la Plaza de la República Dominicana.

En 1986, el 17 de mayo, ETA colocó tres coches-bomba en centros militares, causando la muerte a una persona. El 22 de noviembre de 1988 otras dos personas perdieron la vida en la Dirección General de la Guardia Civil, al explotar un coche-bomba que ocasionó la muerte de Jaime Bilbao y del niño Luis Delgado. Transcurridos seis meses, el 8 de mayo de 1989, morían otras dos personas en las inmediaciones de la cárcel de Alcalá-Meco.

En 1991 fueron colocados un total de cinco coches-bomba, de los que sólo pudo ser desactivado uno de ellos, situado en la calle Virgen del Puerto. Tres estallaron en junio, conllevando la muerte a cinco policías y a un militar. El quinto causó la muerte, el 17 de octubre, a un militar.

En 1992 la banda terrorista colocó tres coches bomba, matando el 6 de febrero a cuatro militares y un funcionario, hiriendo el 9 de junio a diez militares y tres civiles y asesinando el 31 de noviembre a un guardia civil.

El 25 de enero de 1994 fue desactivado un coche bomba en el Paseo de la Ermita. Cinco meses después, el 21 de junio, siete personas murieron en un atentado en la calle López de Hoyos y el 29 de julio de ese mismo año fueron asesinadas tres personas, una de ellas el general Francisco Veguillas, en la Plaza de Ramales.

La banda terrorista provocó una nueva matanza en Madrid con el coche-bomba que hizo explosión en el Puente de Vallecas el 11 de diciembre de 1995, matando a seis civiles e hiriendo a otras 17 personas. Ese mismo año se produjo, el 19 de abril, el atentado contra el entonces líder de la oposición, José María Aznar.

El 19 de junio de 1995 un policía municipal falleció en el atentado dirigido contra la FNAC, en la Plaza de Callao. El 20 de marzo de 1996 se colocó un coche bomba, que no llegó a estallar, con 40 kilos de amosal en el hipermercado Pryca (actual grupo Carrefour).

El final de la tregua

El 21 de enero de 2000 ETA asesinó al teniente coronel del Ejército, destinado en la Dirección General de Asuntos Económicos del Cuartel General del Ejército, Pedro Antonio Blanco García. Había terminado la tregua que los terroristas anunciaron el año anterior. Un coche bomba estalló sobre las ocho de la mañana en la calle Pizarra, esquina con Virgen del Puerto, cuando se encontraba esperando a que llegara el coche oficial que iba a recogerle todas las mañanas, en el que también viajaba el general Plasencia.

El 12 de julio de 2000 ETA hizo estallar, a las seis y media de la mañana en la madrileña calle de El Carmen, muy cerca de la Plaza del Callao, un coche-bomba cargado con 20 o 25 kilogramos de dinamita, atentado en el que resultaron heridas nueve personas, sólo una de ellas de manera importante, y que causó numerosos daños materiales en los comercios próximos, sobre todo en los centros de El Corte Inglés y la FNAC.

El 8 de agosto de este mismo año, ETA hizo explosionar un coche bomba en la calle Platerías, cerca de la Plaza de Castilla, causando once heridos, uno de ellos grave.

El magistrado y general togado militar José Francisco Querol Lombardero; su conductor, Armando Medina Sánchez, y su escolta, el policía Jesús Escudero García, murieron en el acto después de que los asesinos de ETA accionaran el 30 de octubre de 2000 un coche-bomba al paso del vehículo oficial, en la intersección de la Avenida de Badajoz con la calle de Torrelaguna. El día 8 de noviembre falleció el conductor de la EMT Jesús Sánchez Martínez.

El 11 de mayo de 2001 ETA hizo estallar un coche bomba en la calle Goya coincidiendo con el cierre de la campaña de las elecciones del País Vasco 13-M. El 28 de junio del mismo año la banda terrorista atentó con una bicicleta bomba contra el general de brigada Justo Oreja Pedraza (que fallecería un mes después). Del atentado los terroristas huyeron en un coche que el 10 de julio emplearían para terminar con la vida del policía Luis Ortiz.

En agosto de 2001 ETA colocó un coche bomba 'trampa' en el aeropuerto de Barajas, causando cuantiosos daños materiales. A estos atentados se añadió el del coche estacionado en la calle de Alcántara, que estalló en la Plaza de Colón el 12 de octubre de ese mismo año, y el que el 6 de noviembre iba dirigido contra el secretario general de Política Científica del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Juan Junquera, en el que resultaron heridas de diversa consideración 95 personas.