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El número de muertos en los peores incendios forestales de la historia de Australia se acerca a los 200
La Policía considera que algunos de los fuegos han sido deliberadamente provocados
SIDNEY Actualizado: GuardarEl balance provisional de víctimas mortales por el gran incendio forestal declarado en el sureste de Australia ha pasado de 134 a 171 muertos aunque se espera que las cifras sigan en aumento porque no hay rastro de cerca de 100 personas. Más de 750 hogares han quedado totalmente destruidos. De forma paralela, el norte del país lleva diez días padeciendo unas graves inundaciones que han dejado ya tres desaparecidos.
Las víctimas provocadas por los incendios y las devastadoras inundaciones han incrementado la presión sobre el primer ministro, Kevin Rudd, para realizar una acción más firme contra el cambio climático, según han declarado grupos ecologistas.
Las autoridades australianas han advertido a la población de que lo peor de los incendios no ha acabado, cuando hay al menos 340.000 hectáreas de terrenos arrasadas en los estados sureños de Victoria y Nueva Gales del Sur.
Las llamas avanzan sin control
Veintiocho fuegos siguen activos en Victoria entrada la tercera noche, pero preocupan especialmente a los bomberos tres frentes que amenazan varias zonas habitadas, el de Churchill (sureste), el de Beechworth (noreste) y el de Taggerty (noreste). El departamento de Defensa australiano ha enviado un equipo especial de 200 miembros de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire para participar en las tareas de contención, en las que participan 3.000 bomberos y miles de voluntarios.
Los estados vecinos Australia del Sur, Tasmania, el Territorio de la Capital, Australia Occidental y Nueva Gales del Sur también han aportado refuerzos, y de Nueva Zelanda llegará en las próximas 24 horas un equipo de cien expertos.
Unas 5.000 personas se han registrado como evacuados, mientras que centenares más moran en sus coches o establecimientos comunitarios. En medio de esta situación de grave crisis han comenzado a brotar ficciones entre las personas desplazadas y los cuerpos de seguridad porque algunos ciudadanos quieren regresar a sus casas para ver qué ha pasado.
El subdirector de la Policía de Melbourne, Kieran Walshe, ha explicado que no pueden permitir el regreso a los desplazados hasta que se tenga la certeza de que no hay más muertos en esos lugares, y hasta que los equipos forenses y los investigadores hayan tomado todas las pruebas que necesitan. La Policía de Victoria cree que varios de los incendios fueron provocados y tratará todos los lugares arrasados por las llamas como escenarios de un crimen, aunque no hubiera muertes allí.
La mano del hombre tras algunos incendios
En Nueva Gales del Sur, un hombre de 31 años y un joven de 15 han sido acusados de haber encendido dos fuegos. "¿Qué puedes decir sobre alguien así?. No hay palabras para describirlo, es un asesinato en masa", ha declarado por la televisión y visiblemente emocionado el primer ministro de Australia, Kefin Rudd, sobre los incendios intencionados.
Rudd ha anunciado que el Ejército desplegará 600 tiendas de campaña para acomodar temporalmente a los evacuados, mientras que los servicios sociales han comenzado el reparto de ayuda humanitaria a los damnificados. Las ayudas económicas para los afectados no han parado de crecer, y se unen al fondo de diez millones de dólares australianos (6,7 millones de dólares) que el Gobierno anunció el domingo para los afectados.
Varias cadenas de supermercados entregarán los ingresos de un día a las víctimas, mientras que el Servicio de Correos ha donado un millón de dólares australianos. A la campaña de solidaridad se han sumado todos los gobiernos estatales de la Federación de Australia, y también el Gobierno de Nueva Zelanda.
El Ejército de Salvación, que abrió una bolsa especial para las víctimas, ha recibido donaciones por valor de dos millones de dólares australianos (1,34 millones de dólares) en menos de 24 horas. "Esto es sólo el comienzo. Yo le digo al pueblo de Victoria que Australia está con vosotros y vamos a reconstruir las comunidades (destruidas)", ha prometido el primer ministro australiano.
Mientras en el sureste se combate las llamas, en el norte del país sufre graves inundaciones producto de diez días de copiosas precipitaciones. En el Estado de Queensland se han dado por desaparecidas tres personas, entre ellas un niño de cinco años. Un 60% del territorio de este estado ha sido declarado zona catastrófica y los daños ascienden a 187 millones de dólares australianos (125 millones de dólares). Las autoridades han informado de que las riadas comienzan a remitir, pero los meteorólogos prevén que las lluvias continúen una semana más.
Reducción de emisiones de gases
Grupos ecologistas han asegurado que el temporal es resultado del cambio climático y consideran que debería aumentar la presión sobre Rudd para que lleve a cabo acciones más fuertes para cortar las emisiones de gas que fomentan el efecto invernadero, culpable del calentamiento global, cuando lleve al Parlamento una nueva política ambiental en mayo. "El cambio climático es un asunto como no hay otro. El impacto continúa creciendo, por eso las presiones políticas para acciones y medidas como ésta se harán más frecuentes", ha declarado John Connor, director del Instituto del Clima.
Australia se ha propuesto reducir las emisiones globales de gases que producen el efecto invernadero en un 5% para 2020, y sólo lo ampliará hasta un 15% si hay un amplio acuerdo internacional sobre una acción más firme. Los grupos ecologistas quieren que el Gobierno reduzca sus emisiones al menos en un 25% para 2020, como un ejemplo para el mundo desarrollado, particularmente India y China, sobre la necesidad de llevar a cabo acciones firmes para detener el calentamiento global.
Australia es uno de los países más vulnerables al cambio climático debido a su clima seco y caluroso, con el sur de la nación y la principal área de cultivo a lo largo de la cuenca del río Murray-Darling inmersos en una sequía que dura ya siete años.