Abel Resino puede contar con Agüero y Forlán y debuta con triunfo en Huelva
Apenas cuatro días de trabajo y la mano del nuevo técnico colchonero ya se nota
Actualizado:Deberían mirarse en el espejo, hacer examen de conciencia, reconocer sus pecados y, ahora que han ganado, taparse un poco desde la autocrítica. ¿Por qué ante Athletic y Valladolid, por ejemplo, se mostraron indolentes y en Huelva fueron trabajadores solidarios? ¿Querían echar al Vasco Aguirre y sin él se han conjurado para ganar? ¿No soportan la presión del Calderón? ¿Son más felices lejos de casa? Sólo ellos tienen las respuestas pero el enorme contraste concede argumentos a los malpensados.
Después de siete partidos seguidos sin ganar, cinco en Liga y dos en Copa, el Atlético se reencontró con la victoria, con el contragolpe que le caracterizó desde tiempos de Luis Aragonés y con dos arietes extraordinarios siempre que no estén distraídos y, claro está, reciban algún balón en condiciones.
Sin gran fútbol pero con pegada, un bloque más compacto y una actitud esta vez irreprochable, los madrileños se reengancharon a Europa y pusieron fin a una excelente racha del Recreativo, que no había perdido en 2009 y acumulaba cuatro victorias seguidas en el Colombino.
Nuevo esquema
El Atlético sigue sin ser un equipo con jerarquía, de esos que manejan los partidos desde el control del balón, ya que les falta un organizador de alto nivel, pero mostró claros síntomas de mejoría. Abel ordenó adelantar la zaga al menos diez metros. Si los rojiblancos muerden, lo más lógico es que los adversarios inferiores sufran. Con Aguirre, en cambio, el equipo se partía casi siempre en dos. Cinco arriba, cinco atrás y ausencia completa de centrocampistas. Cuando el Atlético recupera el balón en campo contrario, sus contras son letales. Un pase o dos les basta para llegar al gol porque es difícil encontrar en el fútbol actual dos delanteros como los colchoneros. En media hora fabricaron tres bellos goles que sentenciaron el partido.