Merkel y Sarkozy trabajan en un plan conjunto para reanimar la economía europea
Después de vivir un periodo tormentoso a causa de las iniciativas individuales del presidente Nicolás Sarkozy para hacer frente a la crisis económica que puso en duda la cooperación entre Francia y Alemania, el trabajo del famoso eje franco-germano revivió ayer con una propuesta inédita y exclusiva, dada a conocer en Múnich por la canciller Angela Merkel y el presidente galo.
Actualizado: GuardarEn el marco de la Conferencia de Seguridad, Merkel y Sarkozy anunciaron la puesta en marcha de un plan para ayudar a Europa a afrontar mejor la crisis económica. «Acudiremos a la presidencia checa (de la Unión Europea) con una iniciativa conjunta sobre cómo podemos subrayar la fortaleza de Europa en estos momentos de dificultad», dijo Merkel.
Sarkozy añadió que la actuación estaría dirigida a reforzar la unidad y capacidad de reacción de Europa, pero ni la canciller ni el mandatario galo quisieron ofrecer más detalles. «Soy europeo por convicción y quisiera que se actúe con fuerza en la crisis económica y que se asuman los problemas y se los combata», dijo el presidente galo, quien lamentó la falta de compromiso en el seno de la Unión Europea. Francia y Alemania están abocadas, como la mayor parte de los socios comunitarios, a la peor recesión en 60 años. La noticia quedó empañada al conocerse que el ministro alemán de Economía, Michael Glos, había ofrecido su dimisión en una carta al presidente de su partido -la Unión Social Cristiana-, Horst Seehofer, quien la rechazó de inmediato.
Plan de Obama
Entretanto, al otro lado del Atlántico, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dió su apoyo al principio de acuerdo alcanzado el viernes en el Senado sobre el plan de estímulo económico, tras pactar los representantes demócratas con un grupo de republicanos recortar en 110.000 millones de dólares el gasto y las rebajas tributarias del proyecto de ley inicial, dotado con 827.000 millones. La aprobación por parte del Senado -no antes del martes- permitirá abrir las negociaciones con la Cámara Baja para armonizar las versiones del plan aprobadas por cada órgano. Si todo va bien, se espera que el documento esté listo antes del 16 de febrero, fecha que Obama se había fijado como límite.