Batalla dentro y fuera del terreno de juego

La necesidad económica del Portuense ha traído consigo que el club se vea inmerso en una guerra de partidos políticos sin comerlo ni beberlo, aunque su intervención en el pleno del pasado jueves en el Ayuntamiento en algo ha colaborado.

El PSOE ha subvencionado el autobús que ayer viajó a tierras almerienses. El Partido Andalucista ha entregado 1.500 euros a cambio de publicidad en el José del Cuvillo. El equipo de Gobierno municipal, representado por el Partido Popular, ha conseguido que el club vaya a ingresar, de momento, 10.000 euros.

La directiva se reunía ayer por la tarde con carácter de urgencia para dar a conocer una nota de prensa en la que se comentaba que «es y ha sido siempre interés de esta junta directiva el no politizar la situación tan delicada por la que está pasando nuestra entidad, por respeto a todos aquellos profesionales y aficionados que están pasándolo tan mal en estos momentos». En este escrito se señalaba también que «nuestra insistencia y discurso siempre ha ido encaminado a conseguir de todos los partidos políticos y demás organismos de nuestra ciudad, como empresas y entidades públicas y privadas, el apoyo y la unión en solidaridad, tan necesaria para poder sacar esta entidad de 82 años de historia adelante. Es por ello por lo que pedimos que no se utilice nuestra situación para obtener fines que vayan más allá del simple apoyo».

Todo en contra

En este contexto, el conjunto de Fabregat visita a uno de los gallitos de la categoría. El Portuense viajó ayer a El Ejido consciente de que, ante las circunstancias que rodean al equipo, no será fácil sacar tajada en Santo Domingo, pero nunca vencido de antemano.

Si las estadísticas se hacen realidad, el segundo clasificado debe vencer con holgura a los de El Puerto pero, con los mismos hombres de inicio que en el Carranza, salvo Iturralde y Uvi, ya el Portuense dio guerra el Cádiz líder.

A pesar de lo mermado que el conjunto rojiblanco acude al campo del segundo clasificado, se está jugando buena parte de la permanencia, porque en caso de salir derrotado quedaría muy tocado e incluso podría coger el farolillo rojo si la Balona vence en su feudo al Roquetas.

Fabregat acude con sólo once profesionales y, para colmo, Manu Taranilla, Sanlúcar y Nacho Garrido arrastran molestias. Por ello, van convocados Pantic, Litri, David, Ismael y Quique del filial, sin experiencia en la categoría.

También llega plagado de bajas a este partido el conjunto de Lucas Cazorla. Raúl Torres, Fede Azcárate y Roberto estaban lesionados y a ellos se sumó Charpenet en el entrenamiento de ayer por la mañana. Esta situación ha obligado al técnico del conjunto almeriense a tirar de Juan López, del equipo filial.