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El PP proyectó una planta de incineración en Puerto Real en 2002
En el diario de sesiones del Congreso de los Diputados se puede leer cómo el 28 de mayo de 2002, la diputada socialista Carmen Romero defendía una proposición no de ley para la instalación urgente de una planta de destrucción de drogas en la provincia de Cádiz. Le había precedido en la palabra el que fuera director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivieso, que había comparecido para informar sobre la desaparición de una partida de hachís de dependencias oficiales de Navarra.
Actualizado: GuardarLa socialista reclamó la apertura de una planta para dar salida a las importantes cantidades de droga que por esas fechas se estaban acumulando. Le respondió el popular Aurelio Sánchez, quien desveló que se estaba trabajando en un convenio entre el Ministerio de Defensa y Administraciones Públicas para la cesión de unos terrenos de Puerto Real, donde se había decidido instalar un horno que cubriera la demanda de la provincia. Además, informó que estaba a punto de inaugurarse el búnker donde se iban a almacenar hasta 80 toneladas en la capital.
Un año después, por el mes de marzo, el grupo parlamentario socialista presentó una iniciativa para declarar la provincia objetivo prioritario en la lucha contra el narcotráfico y durante el debate parlamentario volvió a salir a la luz el proyecto de la planta de incineración. Esa vez fue la senadora Carmen Pardo Raga la que respondió detallando aún más lo que iba a ser el horno de Puerto Real. Así dijo que el proyecto estaba en fase de redacción y que contaba con un presupuesto de 150.253 euros. La planificación apuntaba a la licitación de la obra a final de ese año y que comenzaría a funcionar en el verano de 2004. La planta se iba a ubicar en una estación de radio situada en El Marquesado, en la carretera de Malasnoches, y tendría una capacidad para incinerar 20 toneladas semanales.
«Ese proyecto estaba ultimado y cuando hubo el cambio de Gobierno se paralizó», decía ayer Aurelio Sánchez, quien se lamentó que a día de hoy siga arrastrándose el mismo problema.