Deriva crítica
Actualizado: Guardara crisis institucional en que ha acabado desembocando el 'caso Eluana' constituye la peor deriva que podían protagonizar los responsables políticos italianos ante un trance tan delicado y controvertido, en el que lo que se dilucida, antes que nada, es la vida y la muerte de la ciudadana que lleva 17 años en estado vegetativo y el, sin duda, incuestionable sufrimiento de su familia. Lo que está en cuestión y la crudeza del debate reabierto en torno a la eutanasia evidencian la dificultad de encarar un dilema tan complejo y que confronta posiciones morales en muchos casos irreconciliables. Pero la intervención en este caso concreto del Tribunal Supremo, autorizando con la legitimidad que da el Derecho en una sociedad democrática que Eluana deje de recibir alimentación artificialmente, había abierto una vía para tratar de encauzar en los límites de la normalidad institucional un contencioso tan dramático.