Ochenta escolares del CEIP Montealegre se quedan sin clase por una inundación

Unos 80 alumnos de tres y cinco años del CEIP Montealegre no pudieron asistir a clase ayer debido a las inundaciones que se registraron en el colegio la mañana del jueves. «El agua alcanzó un metro de altura fuera de las clases», aseguró ayer la presidenta de la asociación de madres y padres del centro educativo, Rosa Saborido.

La intensa lluvia provocó que los docentes tuvieran que evacuar a los niños de cinco años desde las aulas prefabricadas -colocadas en el patio a la espera de que comiencen las obras de ampliación del colegio- hasta el edificio principal. El agua rodeó por completo el módulo y ayer todavía seguía el agua estancada a una altura considerable por lo que se suspendieron las clases para estos menores.

Por otra parte, el baño de una de las aulas de niños de tres años se desbordó a consecuencia de la inundación lo que provocó que «toda la porquería se esparciera por la clase y el pasillo», como apuntó la representante de las familias. Así, tanto los alumnos de cinco años como los de tres pasaron el resto de la mañana en el salón de actos. «Es la primera vez que nos pasa algo así», explicó Saborido.

Miedo

«Lo cierto es que se pasó miedo porque parecía que la chapa del techo de la prefabricada iba a salir volando», contó la presidenta. Además, el hueco existente entre el módulo temporal y el suelo -la prefabricada está elevada sobre un murete- «está lleno de agua y nos tememos que se pueda hundir», añadió.

Trabajadores de la inspección educativa acudieron al colegio y les garantizaron que el problema se solucionará «durante el fin de semana». Según fuentes de la Delegación Provincial de Educación, «ha sido el propio delegado -Manuel Brenes- el que ha decidido que no haya clases para estos niños». Además, admitieron que las paredes de las aulas prefabricadas «rezuman humedad».

La lluvia y el viento han provocado además que una escalera exterior que une el patio con la primera planta del edificio principal se haya estropeado: «Los escalones se han despegado», contó Saborido.

Normalidad en Pío XII

El colegio Pío XII retomó ayer la normalidad tras los incidentes de la mañana del jueves cuando los 250 alumnos del centro se quedaron aislados en el interior de las clases debido a una importante inundación en el patio y en el acceso al centro.

Otro colegio, el CEIP Guadaluz, en Guadalcacín, seguía «con el patio convertido en una piscina». El problema es que «no tiene drenajes y se queda totalmente encharcado». De hecho, los alumnos y profesores han accedido estos días al colegio por otra puerta distinta a la habitual. Además, como explicaron desde el propio centro escolar, «han salido goteras nuevas».

Por último, los padres del CEIP Federico Mayo confirmaron que «los niños volverán a clase el lunes», después de una semana de protesta en la que los menores no han asistido al colegio. «Las obras del muro ya han empezado y hay muchos operarios en el centro. Estamos más contentos», aseguró la presidenta de la Ampa, Andrea Lazo.

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