BOMBEROS. Actuación en el barrio de La Viña, por motivo de la lluvia. / F. J.
Ciudadanos

Una cadena de alertas

El Plan de Emergencias se activó el pasado jueves ante el aviso de fuertes tormentas siguiendo los protocolos, pero la aparición de la palabra «tornado» en el comunicado oficial desató la alarma y la confusión en la Bahía

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El temporal que ha golpeado España desde el pasado fin de semana ha situado a la provincia de Cádiz hasta tres veces en niveles de alerta. El último episodio tuvo lugar el pasado jueves, un día en el que se activó el protocolo de emergencia. Sin embargo, la declaración en el comunicado oficial de un posible tornado desató la alarma y la confusión.

Ante una situación de alerta por emergencia, bomberos, equipos de protección civil, policías, instituciones públicas, hospitales y hasta las empresas de suministros entran en estado de alerta, preparados para actuar al instante a cualquier aviso.

La coordinación de todos estos elementos está planeada paso a paso, a través de un sinfín de protocolos que permiten que la reacción sea lo más efectiva posible en pocos minutos. Esto obliga a todas las administraciones, desde la Subdelegación del Gobierno hasta los ayuntamientos, liderados por la Junta, a establecer una coordinación constante.

Las lluvias y el viento de estos días han puesto a prueba este dispositivo en la provincia de Cádiz, donde en general se ha actuado con eficacia. Sólo la falsa alarma de un presunto tornado, el pasado jueves, puso en jaque esta cadena de actuaciones, ya que obligó a incrementar los operativos propios de una «alerta naranja» por lluvia y viento, a una amenaza mucho mayor (el tornado) que sin embargo fue ficticia.

ALERTA METEOROLÓGICA

Desde la AEMet

Evaluación de la emergencia

Cuando la Naturaleza se despereza, en forma de tormenta o viento, como el pasado jueves, la primera alarma salta en la AEMet, que cuenta en Sevilla con un centro de coordinación para toda Andalucía,en el que se reciben las mediciones de las cinco estaciones meteorológicas de la provincia. Es allí donde se determina el nivel (y elcolor) de la alarma, que será transmitida de inmediato a los servicios de Protección Civil del 112.

GABINETE DE CRISIS

Dirigido por la Junta

Se activa la máquina

Cuando Protección Civil, recibe el aviso, se pone en marcha el llamado Plan Territorial de Emergencias (PTE), que coordinará a las diferentes administraciones. El jueves, esta maquinaria se puso en marcha a comienzos de la mañana, liderado por el delegado provincial de la Junta, que es en estos casos quien dirige el Plan, asesorado por un comité asesor (una especie de gabinete de crisis) que integra a técnicos de Medio Ambiente, Transportes, Educación, Asuntos Sociales y Protección Civil. En este gabinete también participan la Diputación y los alcaldes implicados. Las oficinas del 112 se convierten, entonces, en el cuartel general (llamado CECOP) desde el que se coordinarán y enviarán órdenes a los diferentes Grupos de Acción, que se deben poner a disposción del gabinete de inmediato. Estos grupos incluye tanto a los elementos sanitarios (hospitales, miembros de cruz roja, ambulancias y el SAS); los de seguridad (que incluye a la Policías y Guardia Civil y Fuerzas Armadas, equipos de rescate y salvamento) y a los logísticos (en los que se incluyen los técnicos de mantenimiento de transportes hasta las empresas de servicio de agua, gas y teléfono). La comunicación debe ser consante.

PREVENCIÓN

Información a los ciudadanos

La fase más cercana

Una pieza fundamental en estos protocolos es la información a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación, que recae en un gabinete de prensa especial, que debe enviar constantemente comunicados según el tipo de alerta: comunicados de «alerta» (para solicitar precaución, como los enviados el miércoles) hasta los de «alarma» (en el que se dan consejos de actuación, como evacuaciones). Esta fase del Plan es la más cercana y que mejor se percibe por los ciudadanos. El Plan deja claro que en esta fase resulta fundamental «analizar el tratamiento de la información, para evitar situaciones de pánico y comportamientos o actuaciones negativos». Un factor del que se pecó el pasado jueves, cuando la nota de prensa oficial incluyó el elemento del «tornado», que en principio no había sido previsto por la AEMet.

REACCIÓN

Tipo de medidas a tomar

Grupos de actuación

Curiosamente, los protocolos de acción no hacen referencia a los niveles amarillo, naranja y rojo del AEMet. De manera que las medidas en uno u otro se define por la Dirección del Gabinete de Crisis. El pasado jueves, cuando se activó la «alerta naranja», el dispositivo de emergencias se limitó, en un principio, a activar la fase que el PTE considera de «preemergencia».

Esta fase consiste en la «alerta» a los ciudadanos a través de radio y televisión, mientras los grupos de alerta permanecen avisados ante cualquier eventualidad. Entre ellas, no se incluía la posibilidad de un tornado, ni la organización de evacuaciones, como las que se llevaron a cabo en colegios e institutos: eso motivó que la actuación espontánea generara caos circulatorios.

mgarcia@lavozdigital.es