PROTESTAS. Los afectados se concentrarán el lunes a las puertas de la teleoperadora. / CRISTÓBAL
Jerez

El comité de Qualytel se centra en las denuncias y en pedir una bolsa de trabajo

Los sindicatos recalcaron la «indignación» de los casi 300 despedidos porque la teleoperadora «ofrece ahora el mismo servicio de antes, pero con otro nombre»

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«La única realidad que hay ahora mismo son los 278 despidos en Qualytel». Con este dato contundente sobre la mesa, y sin que ninguna de las mediaciones e intervenciones de las administraciones públicas hayan servido de mucho hasta ahora, el comité de empresa de la teleoperadora explicó ayer la situación en la que se encuentran los afectados por el fin de obras en el servicio de Orange, así como la estrategia a seguir que se centrará en presentar las denuncias oportunas y arrancar compromisos para que se cree una bolsa de trabajo para recolocar a los despedidos.

«Hay preocupación entre los despedidos, pero sobre todo mucha indignación», recalcó ayer el presidente del comité, Miguel Abreu, quien puntualizó que «el nuevo proyecto que ha puesto en marcha la empresa es el mismo que antes se realizaba en el departamento de ventas, al que sólo le han cambiado el nombre para justificar lo injustificable».

En esta situación, los representantes sindicales lamentaron ayer que la empresa «haya esperado hasta después de que se hicieran efectivos los despidos -31 de enero- para reunirse con el delegado de Empleo y dar la cara», criticó el secretario de Acción Sindical de CC OO en Qualytel España, Ignacio Bescos. El responsable de CC OO también se refirió a la labor realizada por la Junta y el Ayuntamiento, a los que agradeció el esfuerzo aunque matizó que «estamos desolados porque no ha servido para nada y no han sido capaces de hacer que la empresa se mueva ni un ápice y se avenga a negociar un ERE».

Las dos centrales sindicales recalcaron ayer que su objetivo al solicitar un ERE era «ganar tiempo mientras se negociaba para ver si entraba más trabajo en Qualytel y se podía recolocar a los casi 300 compañeros que se han ido a la calle», afirmó Bescos.

Sin embargo, ya con los despidos en vigor, sólo queda la vía judicial con las demandas múltiples que van a presentar casi todos los afectados y que «estamos seguros que vamos a ganar», apuntó Abreu, que añadió que «si todos ganan en los tribunales le va a costar la empresa unos 2,1 millones de euros, mucho más del millón que no quería gastar en el ERE».

Sobre la bolsa de trabajo, el comité reconoció que Qualytel no ha mostrado «ninguna predisposición» a negociarla, pero recordaron que «son los clientes que lleguen con un nuevos productos, sobre todo si se trata de servicios públicos, los que pueden conseguir que se incluya esa condición. De esta manera, si hay nuevas contrataciones deberían salir de la bolsa de los despedidos», aseguró Begoña López (CC OO).

ppacheco@lavozdigital.es