«Ahora vivo gracias al flamenco»
Manuel Ceballo lleva dos años en paro. «Dos años interminables y desesperantes». Es fontanero y perdió el empleo cuando comenzó la crisis en la construcción. Diariamente busca trabajo, sin éxito, y ahora se encuentra con el problema de que se le ha terminado el subsidio de desempleo. «Ya he agotado todas las ayudas y no encuentro un puesto», comenta desesperado.
Actualizado:Pero Manuel Ceballo cuenta con una afición que se ha convertido en su medio de sustento. Es palmero y amante del flamenco, y así consigue ganarse un dinero extra trabajando en algunas actuaciones. Ahora, «ante este triste panorama» se alegra de no haber invertido en una vivienda. «Menos mal que vivo con mis padres porque si tuviera que hacer frente a una hipoteca me daría algo», comenta el joven. Con sólo 22 años ya conoce la desesperación de no saber «por dónde tirar», tal y como explica. Ante esta situación, espera que el Ayuntamiento «se acuerde de los jóvenes portuenses cuando ejecute las obras del fondo estatal». «No podemos seguir así más tiempo. Las administraciones tienen que hacer algo para solucionar el problema», comenta Manuel Ceballo. Mientras tanto seguirá inmerso en el mundo del flamenco en el que se desahoga y donde olvida «la triste realidad a la que tenemos que enfrentarnos».