Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Opinion

la condena de obama

Como negación a su espíritu racista, como a un héroe que ha de acabar con mil dragones, como ángel caído al que Dios cortó las alas para salvar un mundo insostenible. Así ven los norteamericanos a su neófito líder, imagen y semejanza de un sueño imposible. Justo ahora, cuando el caos es el espejo político y social de un país comandado por las armas y el poder, crean los estadounidenses, como cura a su embustera personalidad, a un idílico hombre al que jamás hubiesen ni mirado si no hubiese sido porque su predecesor fue una burla de la honestidad y enjambre de ratas y serpientes.

JESÚS SOTO DE PAULA
Actualizado:

Ha necesitado América que su orgullo se vuelva vergüenza ajena para votar a un hombre negro. Ha necesitado América ver y sufrir a un mandatario que se reía a solas mientras la sangre de miles de niños regaba la seca tierra de países pobres y desquebrajados. Estados Unidos sufre su propia quimera y, nos pese o no, somos efecto rebote de su tediosa

filosofía. Si algo nos enseña la vida es que la decadencia del hombre no encuentra fin. El hombre vomita sus palabras como abejas dispuestas a picar e inculcar su venenosa bilis. El paroxismo que inunda al mundo por este fenómeno mandatario esperanzador, es el mismo sentimiento de culpabilidad por su propio comportamiento.

Se confunde fe con debilidad, vida con muerte. Ni la verdad hoy es tan verdadera ni la mentira tan embustera. Nadie sensato debe esperar la llegada de alguien así. Todos debemos ser salvadores del mundo; un solo hombre no lo cambiará. Si no pudo Jesús, nadie lo hará. La fe, la dignidad, el respeto y los valores humanos deben nacer de uno mismo y darse así a los demás. Curioso ver cómo el destino ha hecho que Estados Unidos se arrodille para negarse a sí mismo.