Al-Maliki afianza su posición en Irak con la victoria en las elecciones provinciales

Irak avanza paso a paso por el tortuoso camino hacia la estabilidad. El país pérsico, que el pasado sábado celebró elecciones en 14 de sus 18 provincias, ya se afana en el recuento de los votos de una jornada que se cerró sin incidentes. Según los datos difundidos ayer por la Comisión Electoral Independiente, la participación alcanzó el 51%, una cifra menor a la esperada pero muy alentadora para el Gobierno. Las estimaciones preliminares indican que la Coalición Iraquí Unificada, que integra a la formación liderada por el primer ministro Nuri al-Maliki, refuerza su posición con una holgada victoria.

Pese a que la participación ha caído cuatro puntos con respecto a los comicios de 2005, las autoridades rechazaron que suponga un retroceso en la consolidación de la democracia. Hace cuatro años, los suníes boicotearon de forma mayoritaria las elecciones, pero el pasado sábado avalaron la llamada a las urnas. En provincias como Nínive, donde en la última cita electoral el número de votantes apenas llegó al 14%, el volumen de sufragios se disparó hasta el 60%. Además, en esta ocasión los comicios no incluían a las provincias autónomas del Kurdistán ni la multiétnica de Kirkuk, una de las más ricas en petróleo. Los kurdos acudieron a votar en masa en 2005 y su entusiasmo tuvo un claro reflejo en la cifra final de electores.

Los primeros resultados difundidos por las autoridades iraquíes desvelan que el primer ministro, Nuri al-Maliki, sale reforzado de la jornada del sábado. La Coalición Iraquí Unificada, que engloba a una veintena de grupos chiíes bajo la dirección del partido del mandatario, habría obtenido la victoria en todas las provincias salvo en Kerbala. Su triunfo provisional se ha visto favorecido por la mejoría que ha experimentado la seguridad en el país en el último año. De hecho, el mes pasado fue el que menor número de víctimas registró desde la invasión estadounidense en 2003. Según datos oficiales, perdieron la vida 138 personas, 100 menos que en octubre y diciembre pasados, los meses con una cifra de muertos más baja desde la ocupación. EE UU perdió cuatro soldados en enero.