Alicante por bulerías

La hora ideal para el fútbol es el domingo a las 5 de la tarde. El único pero, o manzana, que tiene el partido de esta tarde a esta santa hora es que me parece a mí que va a caer más agua que cuando Noé metió a los bichos en el arca. Y eso para una persona de secano como yo, que me gusta mojarme menos que el Comandante Cousteau de baja, o menos que un dedo malo, se convierte en una situación más desagradable que un flatito de la niña del exorcista. Pero bueno, al menos en Chapín nos vamos a mojar poco gracias a las magníficas viseras de las que dispone el Coliseo chapiniano.

Nos rinde visita el Alicante CF. El Alicante está pasando las de Caín esta temporada. Ocupa la penúltima posición de la tabla clasificatoria y está pasando más fatiguitas que M.A. el del equipo A cuando se tenía que montar en un avión. Lo que ocurre es que, cosas del destino, el equipo alicantino cuenta por victorias sus dos últimas salidas: Ganó 1-2 el derbi ante el Hércules (aunque bien es verdad que esta salida es un poco pseudosalida ya que el partido se disputó en el Rico Pérez, su campo cuando juega de local) y ganó 2-3 al Sevilla Atlético en la Ciudad Deportiva del club hispalense. Y esto me tiene una mijilla asustado porque según dice el refrán: No hay dos sin tres. Pero, por otro lado, creo que el refrán va a perder su razón de ser esta tarde y va a terminar reservando mesa en la archiconocida Venta del Nabo. El único Alicante que se va a ver y escuchar en Chapín va a ser el Alicante por bulerías de una grada entregada fervorosamente a los suyos que no va a parar de animar ni un solo ápice y que va a ver ganar una vez más a su potente escuadra, la azulina. La escuadra líder, la escuadra y cartabón, la escuadrarse ahora mismo todos, la escuadra de la portería. Perdón, me emboliqué en demasía. ¿Por dónde iba? Ah, sí, estaba hablando del partido de hoy. Ya lo ha dicho Antoñito en un ejercicio de Nostradamus de andar por casa: «Para subir a Primera hace falta ganar diez partidos». Pues bien, hoy a las siete de la tarde es menester que ya sólo queden nueve. Que empiece la cuenta atrás.

Y para ganar los nueve restantes el Xerez CD se ha reforzado en las postrimerías del mercado de invierno. A última hora, Abel Gómez y Jozy Altidore han recalado en la plantilla azulina. Abel que tal lo hace el tal Gómez, quien por lo que cuentan tiene un golpeo de balón exquisito, como un plato de menudo con garbanzos, y se desenvuelve de maravilla en la zona ancha en las labores de creación. Por su parte Altidore, cuyos otros dos apellidos son Mifasol Lasí, es un norteamericanito de 19 años con un físico descomunal que viene a reforzar la vanguardia azulina. Altidore es de esos de los que te chocas con él y parece que te has comido un quicio. Está mas fuerte que un traguito de Listerine en ayunas. Me da a mí que Altidore le va a causar muchos altidolores de cabeza a las defensas rivales. Bueno, me callo ya que no está bien que le altidore la píldora mucho al nuevo sin haber jugado siquiera.

A pesar del desapacible tiempo que dicen los meteorólogos que va a ver hoy (lo mismo sale el sol y todo) las gradas de Chapín deben mostrar la mejor de sus caras. A ver si superamos la redonda cifra de los 10.000, que se lo merece el líder caramba.

Bueno familia, que mi hermana me está llamando para dar buena cuenta de un plato de puchero con todos sus avíos. La misma cuenta que va a dar el Xerez CD del Alicante esta tarde en Chapín. A por ellos. FORZA XEREZ. Nos vemos en Chapín. YES, WE CAN, que diría Altidore.