El Chiclana logra la segunda victoria de la temporada

El Chiclana logró la segunda victoria de la temporada ante un Villanueva algo mermado por la marcha de tres jugadores que se han autodespedido esta semana por impago, pero que también se evidenció como un rival complicado en algunas fases del partido. Los de Bolli basaron sus méritos para la victoria en una fe inquebrantable en lo colectivo y en un acierto, poco habitual en las últimas jornadas, de cara al marco contrario. El debut del media punta Kike resultó absolutamente determinante en la mejora de los locales, y el acierto de un Ñoño que salió al campo en la recta final de la primera mitad fue el revulsivo del equipo. Con todo, el Chiclana logró también hacer vibrar a su afición, más que con un juego primoroso, con una denodada capacidad de entrega y sacrificio.

Las cosas no empezaron bien porque en una polémica jugada se adelantó el Villanueva en el marcador. Romero y Picón se enganchan en el área, y el árbitro termina señalando pena máxima por la contundente determinación de su asistente. La caída bien pudo ser producto de tropezón del defensor y choque fortuito con el delantero. Quero, desde los once metros, anota el tanto, engañando a Dani. Solo ocho minutos después, y recién ingresado en el campo, Ñoño busca claramente que el portero le derribe y provoca otro penal. Él mismo asume la responsabilidad y le pega duro y arriba para empatar el partido.

La vuelta del intermedio llega con una excelente acción del debutante Kike, el mejor de los locales ayer, por banda izquierda. Se va de tres contrario y su pase atrás es medio gol. El otro medio lo pone con su disparo Ñoño. La alegría de la grada amenaza con desbordarse.

El Villanueva logró acercarse en una ocasión con gran peligro tras el 2-1 provisional en el marcador. En el 72 de partido, un balón cambiado de banda por el siempre peligroso Quero, le cae a Juanfran para que su disparo se estrelle en el palo derecho de la meta de Dani.

Faltaba rematar la faena. Faltaba poner distancia ante un Villanueva que no amenazaba con frecuencia, pero que podía dar el susto. Y en el 77 llegó la sentencia. Balonazo largo desde la defensa chiclanera para que Ñoño corra tras él. Se anticipa a Moyano y le hace una buena pírula. Le roba el balón, encara a Javi Cuadra y lo deja tirado con un seco regate. Marca a puerta vacía y la algarabía ya desborda la presa e inunda el Municipal chiclanero.

Todo hubiese sido una fiesta en los últimos minutos si no hubiera recortado distancias a cinco minutos del final. Quero mete un balón a Picón, que por velocidad se va de los zagueros locales. Sobre la salida de Dani, le cruza por bajo. Pero el Chiclana estaba ayer en estado de gracia y manejó bien el final de partido para no dejar escapar la ansiadísima segunda victoria de la temporada.