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ANGELICAL. La actriz cautivó con el papel de Giselle y ahora encandila con la hermana James. / LA VOZ
AMY ADAMS ACTRIZ

«Hollywood me parecía un lugar de fantasía que nunca pisaría»

Comparte protagonismo con Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman en 'La duda', que hoy llega a las pantallas

ANGÉLICA MARTÍNEZ
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Menuda, dulce y dotada para la comedia, Amy Adams ha cambiado el vestido de princesa de cuento de hadas de Encantada por el hábito de La duda, una de las películas de la temporada en la que tiene como compañeros a Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman.

Estos dos monstruos de la interpretación son candidatos al Oscar por esta historia sobre la doble moral de la iglesia católica en la que la pelirroja actriz de moda en Hollywood hace de encantadora y joven novicia. Nacida en Italia hace 34 años y criada en Colorado y Minnesota, esta ex camarera hizo muchas comedias de chica guapa y numerosas apariciones en series de televisión antes de que el mago Steven Spielberg se fijara en ella para Atrápame si puedes, con Leonardo DiCaprio. Pero fue su papel de chica optimista y desamparada en Junebug el que la puso en primera línea y le hizo aspirar al Oscar.

-¿Cómo se ha visto con el hábito?

-Muy bien. Mi personaje no es vanidoso, está cómodo con su imagen, con lo que come, con su vida porque se dedica a lo que ama. Me gustó mucho interpretar a una mujer con una pasión tan grande y con tanto amor por su trabajo.

-¿Cómo se preparó a la hermana James?

-Hablé con muchas monjas que me dieron información sobre su vida y sus decisiones, sobre su vocación y cuándo y por qué decidieron dedicar su vida a Dios. También me comentaron cómo habían reaccionado sus familias.

-Dicen que le daba miedo trabajar con Meryl Streep.

-Sí. No me daba miedo ella, sino cómo iba a reaccionar ante ella. Quería estar segura de que iba a ser capaz de dar lo mejor de mi interpretación frente a Meryl y Philip, dos actores por los que siento un grandísimo respeto. Por eso era importante que diera el cien por cien.

-El público la ha visto en muchas comedias. ¿Está preparado para verla en este drama?

-No tengo un plan, no hay un guión establecido con todos los pasos a seguir, respondo a los personajes que me ofrecen, a los actores que están involucrados en cada proyecto. Y en este caso era increíble porque me entusiasmaba la idea de estar al lado de Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman. Además es bueno cambiar de género y ser más flexible a la hora de interpretar personajes.

-Encantada, de Disney, fue un gran éxito. Los estudios quieren hacer una secuela ¿estará usted en ella?

-He oído hablar de esa posibilidad, pero todavía no hay guión. Soy una actriz que decide siempre con un guión en las manos, por lo que no sé todavía si estaré o no. Estoy abierta porque lo pasé muy bien creando ese papel y me gustaría volver a interpretarlo.

-Junebug la puso en la carrera por el Oscar, pero Encantada cambió su vida.

-Nunca lo he negado. Recuerdo que cuando leí la historia pensé, y no quiero que nadie piense que soy arrogante, este papel es mío. Es que podía utilizar mi experiencia musical en el teatro para crear a Giselle. Además, soy fan de las películas de Disney, desde que vi La sirenita me obsesioné.

-Su grueso de incondicionales son los más jóvenes.

-Es un gran halago ser un modelo a seguir para las niñas. Y eso se lo debo a Giselle, que tuvo un gran impacto.

Formar una familia

-En poco tiempo ha pasado de ser una intérprete sin trabajo a convertirse en una estrella.

-Estoy experimentando una nueva etapa en mi carrera. Quiero vivir y disfrutar lo que me está pasando, estoy creciendo como ser humano y como actriz. Hoy, no me cambiaría por nadie, pero no tengo la cabeza llena de pájaros. El éxito igual que viene se va, por eso es importante concentrarse en el trabajo y no en la parte superficial de la fama.

-¿Qué recuerdos tiene de su nominación al Oscar?

-Buenos. La historia y mi personaje eran maravillosos. La gente está más interesada en las cosas complicadas y negativas, y eso puede ser adictivo. Cuando uno ve retratado el optimismo en pantalla, como el de mi personaje en Junebug, nos acordamos de la inocencia.

-¿Es una persona optimista?

-No tanto como la hermana James de La duda. Soy un poco más pragmática, aunque estoy tan ocupada que a veces pierdo la perspectiva. Tengo la suerte de leer guiones maravillosos y tener tantas opciones es un regalo. No creo que en este momento sea famosa, sólo me reconocen algunas personas. Todavía tengo mucha privacidad y eso me gusta. Además, cuando alguien se me acerca, lo hace con mucho respeto. Dicho esto, reconozco que la fama también te abre muchas puertas, y eso es bueno para una actriz.

-¿Siempre quiso ser actriz?

-Quería subirme a un escenario y, como cantaba y bailaba, pensaba que acabaría haciendo teatro o musicales. Era una niña bastante extrovertida, aunque me intimidaba salir a escena. Eso sí, cuando lo hacía, me encantaba. En lo que no había pensado nunca era en Hollywood, me parecía un lugar de fantasía que nunca conocería.

-¿Qué le gustaría hacer?

- Pues trabajar con los directores Mike Nichols y Alexander Payne, y formar una familia. En algún momento, me gustaría tener niños.