ATAQUE. Andrés Morales, con la denuncia de los hechos en la mano, contempla los cadáveres de sus ovejas. / FRANCIS JIMÉNEZ
CAMPO DE GIBRALTAR

Un ganadero de Bolonia denuncia que ha perdido 70 ovejas por el ataque de perros

Asegura que los animales son de sus vecinos y ha recurrido a la Guardia Civil

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El propietario de una pequeña explotación ganadera del Puerto de Bolonia, en Tarifa, denunció ayer ante la Guardia Civil de la localidad la muerte de 13 de sus ovejas tras el ataque de perros. Dicha denuncia se produjo después de que el ganadero Andrés Morales llegara el miércoles a su finca y encontrara tres ovejas muertas y a otras diez malheridas. Éstas tuvieron que ser sacrificadas ayer porque «no podían salvarse y sólo estaban sufriendo», apuntó.

Lo peor de esta situación es que no se trata de un hecho aislado, sino que está llevando a la ruina al ganadero. Morales recuerda que «hace pocos meses yo tenía una explotación de unas 100 ovejas y hoy apenas me quedan treinta». «Esto es una ruina para mi familia», sentenció.

El ganadero se muestra convencido de que esta situación está provocada por el ataque de perros a su ganado, tal y como demuestran las dentelladas que recibieron los animales. Asegura que «no se trata de perros salvajes», sino que «tengo el convencimiento de que son perros de algunos vecinos de la zona que los dejan sueltos por la noche y campan a sus anchas».

El último ataque ha colmado la paciencia del propietario, porque los perros entraron en la «majada», una especie de cobertizo donde se resguardan este tipo de animales y los propios pastores. Los pastores se sienten muy inseguros: «No sabemos cómo vamos a defendernos de estos ataques, que ya no nos dejan ni dormir». De hecho, él lleva algunas noches junto a su rebaño pero «no he conseguido pillar a los perros intentando acceder a la majada». Este hecho considera el ganadero que se ha producido porque «los propietarios de los perros han comprobado el revuelo que se está creando y han decidido amarrarlos para evitar que sigan produciéndose estos hechos». Se muestra preocupado porque cuando «todo esto pase dejarán sueltos a los animales y atacarán a mi rebaño».

Pérdida

El propietario no ha valorado la pérdida económica que le ha producido este suceso, ya que «es complicado establecer un precio medio porque no vale lo mismo un borreguito que una oveja o incluso una misma oveja que otra, en diferentes circunstancias y con diferentes características». No obstante, estima que la pérdida podría llegar a los 5.000 euros.

Por último, el pastor espera que las denuncias que ha presentado sirvan para «esclarecer lo que ha sucedido y quiénes sean responsables que asuman los costes que me está provocando la situación».