Corte y confección

l titular de este artículo, es lo que normalmente tenían por oficio todas nuestras abuelas. No me digan que no, ellas nos cogían el dobladillo del traje de la comunión, de la túnica de nazareno y los pantalones del uniforme como nadie. Un arte que se pierde. En Segunda yo creo que nadie tiene aprendido ese oficio. Pero el Xerez podemos decir que el domingo tiene su primera clase. Llega el Alicante, un equipo que lo mismo te hace un traje que tú le haces un siete. Esteban y sus chicos tienen que meterle mano desde el principio. Nada de pespuntes y medidas a ojo. Ganar el partido sería darle un tijeretazo a la clasificación por arriba. Después de ganar a los de cabeza, si no se les gana a estos, es de papa fritas. Para intimidar al conjunto rival, Ainhoa Gil con sus amables cartas, después de que le hayan llovido más palos que a Calderón y Nanín, en una cena amigable con Boquerón donde el míster le llevó una rosa en su puño izquierdo en señal de paz, han decidido que mientras se arreglan los campos, ella enviará escritos oficiales al equipo rival para meterles el miedo en el cuerpo. La casa de los horrores de la Feria está pensando en contratarla para dotar de miedo a su atracción. Hablando de políticos. Tengo mucho miedo. Mamen Sánchez, esa simpática mujer jerezana que se sienta detrás de Zapatero en el parlamento ¿se ha puesto la bufanda! ¿Recuerdan que el año anterior se la puso el presidente socialista en la calle Larga?... Miedo me da. Por poco bajamos. Y para terminar, una de gorditos. Emilio, con lo que corres, con lo que juegas, con lo que entrenas y lo bien que la tocas (la pelota) me da exactamente igual el aspecto físico que tengas. Enamoras. Tu compañerismo no tiene límites, estás entregado a la causa Vaciar las pastelerías para que Míchel reaparezca como un pincel no tiene precio. Nada más, suerte a todos y Chema, como mola tío. El otro día el estadio coreando tu nombre. Al final te veo dentro de cuarenta años ocupando el puesto de Rafael Verdú.