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ESPAÑA

Mata a un vecino y a su hijo por una disputa sobre lindes en Asturias

El asesino, que disparó con una escopeta sobre las víctimas en la casa que reformaban, se entregó a la Policía en Oviedo

IDOYA REY / MIGUEL LLANO
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Una disputa de lindes entre los titulares de dos fincas contiguas acabó con el asesinato de un anciano y su hijo. El crimen ocurrió en una aldea de Trubia, Perlín, en Oviedo. El presunto homicida, que se llama Amable A. F., de 70 años, acabó con la vida de Agustín Rubines, de 73, y de su hijo, de igual nombre y de 40.

El suceso apenas perturbó la tranquilidad de Perlín, localidad que apenas congrega a 30 personas. «Escuchamos siete u ocho disparos, pensamos que eran cazadores», relataban ayer Ramón Alonso y su mujer María Paz. Unos minutos después, volvieron a escuchar otros dos disparos. «Nos pareció un poco raro», reconoció el matrimonio, que, ignorante del sangriento suceso, llegó a saludar con un «Adios, Amabilín» al hombre que acababa de matar a dos de sus vecinos.

Los hechos ocurrieron sobre las 11.30 horas. En ese momento, las dos víctimas mortales estaban trabajando en el acondicionamiento de una casa, en el paraje conocido como La Retuerta. Una dotación de la Guardia Civil y una ambulancia acudieron al lugar, tras recibir una llamada en la que se avisaba de que dos personas habían resultado heridas arma de fuego. Los cadáveres yacían al final de un camino estrecho y tortuoso situado dentro de la finca del supuesto agresor.

Según las primeras investigaciones, Amable A. F., de 70 años, acudió a la casa en obras armado con una escopeta de caza.

Hace unos cuatro años que Agustín Rubines y su hijo compraron la vivienda y desde entonces trabajaban para remodelarla. Iba a ser la residencia del hijo. «Estaban muy ilusionados con el proyecto. La novia venía los fines de semana y poco a poco estaban terminando el proyecto», contaron los vecinos.

Lo accidentado del paraje obligó a que dos patrullas todoterreno de la Guardia Civil se encargaran de recuperar los cuerpos a las 17.30 horas. Una hora más tarde, Amable A. F, acompañado de su abogado, se entregó a la Policía en una comisaría de Oviedo. El enfrentamiento entre las dos familias a propósito de las lindes estaba tan envenenado que el presunto homicida llegó a presentar varias quejas ante el Ayuntamiento de Oviedo.

Un hijo del fallecido se enteró del crimen a través de una emisora de radio a la que llamó por teléfono, hacia las 17.00 horas, para que le confirmaran lo ocurrido.