
Nadal o Verdasco, en la final
Los tenistas españoles se medirán en una semifinal inédita, con ventaja del mallorquín en el palmarés (seis victorias a cero en enfrentamientos directos)
Actualizado: GuardarRafa Nadal o Fernando Verdasco. Es la cuestión. Gane quien gane, España meterá a un representante en la final del Abierto de Australia, un trofeo que nunca ha conquistado uno de los nuestros. España abrumó a Francia en el simbólico duelo generacional. Nadal se impuso en cuartos a Gilles Simon por 6-2, 7-5 y 7-5 y Verdasco a Tsonga por 7-6 (7-2), 3-6, 6-3 y 6-2.
El Nadal-Verdasco es la cuarta semifinal española en un Grand Slam en la era abierta y la primera en Australia. Dos españoles, dos zurdos y dos grandes golpes de derecha se citarán mañana para dilucidar quién representa a España en la final. El ranking y las estadísticas apuntan a Nadal, pero Verdasco se ha destapado como la sorpresa del torneo. «Nunca había jugado antes a este nivel. Así que en realidad nunca he jugado contra el Verdasco de este momento», advirtió Nadal.
El desarrollo de la jornada en Melbourne, azotado por una ola de calor, parecía beneficiar en un principio a los franceses, ya que los 40 grados obligaron al árbitro a cerrar el techo del Rod Laver Arena y, con luz artificial y sin viento, la cancha parecía más una pista rápida en el otoño europeo que el Abierto de Australia en pleno verano.
En condiciones similares, aunque con menos calor y a más altura, Simon ganó el año pasado a Nadal en las semifinales de Madrid. Su magnífico final de temporada llevó al francés, de 24 años, a enfrentarse a Nadal como número ocho del mundo. Sin embargo, el mallorquín no se dejó sorprender en esta ocasión y amplió a 3-1 su balance de victorias y derrotas ante Simon.
Buen momento
Verdasco, que nunca había superado los octavos en un Grand Slam, impidió poco antes que Nadal pudiera tomarse la revancha de su derrota en semifinales en 2008 ante Tsonga, número siete en el ranking mundial.
A sus 25 años, el madrileño está atravesando el mejor momento de su carrera, pleno de confianza tras ganar en noviembre el punto decisivo en la final de la Copa Davis ante Argentina en el ambiente hostil de Mar del Plata. «Esa final cambió mi vida», repitió Verdasco ayer, como en varias ocasiones durante el torneo.
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