Evo Morales. / AP
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La oposición boliviana exige un pacto a Morales para aplicar la Constitución

El referendo constitucional del domingo en Bolivia debía superar la división nacional pero el margen de aprobación del 58%, amplio pero no rotundo, no acercó al Gobierno y la oposición quienes difieren sobre el pacto necesario para aplicar la nueva Constitución. La buena noticia es que EE UU felicitó a Bolivia por el proceso, gesto que el mandatario consideró «alentador».

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El Ejecutivo mantiene reuniones para salir del atolladero. Por una parte, cuenta con un respaldo mayoritario que invita al envalentonamiento. Pero también los prefectos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija están respondones por el masivo No cosechado en esas regiones autonomistas y exigen un pacto para evitar la confrontación. La de Chuquisaca fue más lejos al llamar al «desacato». La gobernante indígena no se arredra y califica a sus adversarios de «vendepatrias».

«Escuché decir que quieren hacer un nuevo pacto. El pacto es la nueva Constitución aprobada por el pueblo boliviano. Si quieren nuevo pacto, va a ser pacto para aplicar la nueva Constitución», dijo Morales desde Cochabamba. El Gobierno propone un diálogo en dos vías: en el Congreso para agilizar las leyes que permitan la transición al nuevo tipo de Estado, y en las regiones para aplicar la autonomía contemplada por la Carta Magna.