CONFLICTO. Ayer se vivieron momentos de tensión cuando unos contenedores fueron trasladados frente al velador de la heladería. / ESTEBAN
Jerez

Porvera Viva desconvoca la protesta del martes tras limar asperezas con el Consistorio

La plataforma agradece que el delegado les reconozca como tal, aunque el malestar por los cambios continúa patente El suministro eléctrico se fue ayer durante una hora en la calle ante la impotencia de los comerciantes

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Poco a poco las aguas vuelven a su cauce y, aunque desde el colectivo de comerciantes Porvera Viva aseguran que no han desenterrado el hacha de guerra, ayer dieron el primero de los pasos desconvocando la manifestación prevista para el próximo martes, 3 de febrero. Una decisión fundamentada en el hecho de que por fin el delegado de Movilidad, Juan Manuel García Bermúdez, reconoció a la plataforma como tal durante la reunión que mantuvieron por la mañana.

«Después de este reconocimiento -explicó el portavoz de Porvera Viva, Juan Sevilla-, como gesto de conciliación hemos desconvocado la manifestación. Hacemos una lectura positiva del encuentro en el sentido de que nos ha recibido, pero la verdad es que este será el comienzo de una larga negociación. Al menos hemos dado el primer paso». A pesar de estas declaraciones, Sevilla puntualizó que el colectivo no descarta retomar las protestas en unos días, argumentando que «de los cuatro puntos que le hemos propuesto, a dos les ha dicho un no rotundo y a los otros dos asegura que lo tendrá que pensar».

De hecho, los comerciantes volvieron a protagonizar durante la tarde otra jornada de apagón de sus locales, algo que continuarán haciendo de manera indefinida. En lo que respecta a esos cuatro puntos, como detalló el afectado, el delegado se negó a reordenar la circulación de Porvera en un único sentido (independientemente de la dirección), así como a retirar las aletas que delimitan el carril bus, ya que quitará las actuales para sustituirlas por alguna infraestructura parecida.

Lo que Bermúdez no descartó, a expensas de lo que decida en días posteriores, es la idea de habilitar una zona de carga y descarga en toda la calle y una bolsa de aparcamientos en la plaza Salvador Allende. El titular del área, por su parte, percibió cierta «contradicción» entre las propuestas de los comerciantes, como así reconoció a través de un comunicado. Por ello, instó a todos los implicados a que unificaran criterios y objetivos, con el fin de «plantear iniciativas consensuadas que recojan los intereses de todas las partes afectadas».

Polémica en la heladería

Este pequeño acercamiento, sin embargo, no logró que Porvera volviera a ser noticia una vez más por las consecuencias negativas de los últimos cambios. Marina Luque, trabajadora de una heladería ubicada en la citada calle, acudió al establecimiento a primera hora de la mañana para toparse con la desagradable sorpresa de que unos contenedores de basura habían sido desplazados hasta colocarse justo en su puerta, lo que le impedía instalar el velador.

Así lo relató la perjudicada, subrayando que tuvo que mover cielo y tierra para que alguien quitase los cubos de la fachada. «Cuando llegué estaban los biombos llenos de basura delante de mi terraza y llamé a la Policía, porque como la gente tenía que pasar por aquí para pisar los cubos y hacer que se abrieran no podía montar mis mesas». Cuando los agentes se presentaron allí le recomendaron que se dirigiera a la concesionaria del servicio de limpieza, Urbaser, que a su vez la remitió a la de aguas, Ajemsa. «Llamé a Ajemsa y me dijeron que ellos ponían los contenedores donde creían conveniente, me trataron de muy malas maneras».

Entonces Marina volvió a llamar a la Policía, que tras hacer las gestiones necesarias logró que los biombos fueran desplazados, aunque eso no calmó los ánimos de la trabajadora. «Los han movido pero están muy cerca de mis sillas, y nadie con dos dedos de frente se va a sentar a tomar un café ahí». Unos movimientos provocados por las obras del colector, que han puesto la guinda del pastel de la desolación para los negocios de la zona.

Tanto es así que al mediodía de ayer durante una hora el suministro eléctrico dejó de funcionar en todos los comercios de Porvera, con lo que ello conlleva especialmente en el caso de los productos perecederos. «Aquí estamos desesperados -reconocía Marina- y como se vuelva a ir la luz, ya me dirán que hago con los helados. Para colmo las obras hacen un ruido que no invita a la gente a venir a tomarse algo. Ya nos han fastidiado varios días, ¿quién va a darnos ese dinero que hemos perdido?»

Según la Policía Local, no obstante, el corte de luz no provino de las obras de Porvera sino de una avería en Cuatro Caminos, que afectó a una parte de la ciudad. Sea como fuera, los comerciantes siguen lamentándose de su suerte y la sombra de los despidos continúa planeando sobre los trabajadores, que volverán a reunirse hoy para estudiar los pasos a seguir en el futuro, pues la lucha aún no ha acabado.

admontalvo@lavozdigital.es