La política medioambiental de Bush pasa a la historia
El nuevo presidente levanta la restricción a California para legislar el recorte de emisiones de los coches
Actualizado:«Vamos a dejarle claro al mundo que Estados Unidos está listo para liderar» la lucha contra el calentamiento global, prometió ayer Barack Obama. «Los días en los que Washington arrastra los pies se han acabado. Mi Gobierno no negará los hechos, sino que se guiará por ellos», añadió rotundo.
El primer paso en este sentido del mandatario demócrata ha sido deshacer la barrera que la Administración Bush puso a California, un estado modelo que decidió por su cuenta seguir el espíritu del Protocolo de Kioto al proponer recortes en las emisiones contaminantes de los coches. Otros trece estados se sumaron a su propuesta para forzar a los fabricantes de automóviles a reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 30% hasta el año 2016.
Para ello California necesitaba una venia de la agencia medioambiental EPA que le permita imponer su propia legislación, algo que en diciembre de 2007 le fue denegado. El argumento fue que el presidente Bush ya había legislado en ese sentido -apenas horas antes con una ley mucho menos ambiciosa-, por lo que resultaría confuso para la industria de automoción y los ciudadanos.
Los fabricantes de automóviles también activaron su ejército de abogados y grupos de influencia con el argumento de que la iniciativa estatal ralentizaría sus esfuerzos de modernización al obligarles a fabricar dos tipos de coches diferentes.
Obama no está de acuerdo con ninguna de esas posturas opuestas a las iniciativas del territorio que dirige el ex actor Arnold Schwarzenneger. «El Gobierno federal tiene que trabajar con los estados para reducir emisiones, no en contra de ellos», dictaminó ayer. «California ha mostrado un liderazgo valiente y bipartidista en sus esfuerzos para imponer estándares del siglo XXI, pero en vez de servirle de aliado Washington se interpuso en su camino». Su objetivo «no es cargar con más peso a una industria que ya está en problemas, sino ayudarle a prepararse para el futuro y prosperar construyendo los coches del mañana», declaró.
El presidente, que en sus primeros días de gobierno se está dedicando a deshacer los entuertos de su predecesor republicano en la Casa Blanca, mantuvo ayer las formas al no instruir a la EPA a que le dé luz verde a California, sino a que revise con detenimiento su petición. Todo el mundo espera que esa licencia tarde poco en llegar.
Obama también aprovechó para emitir una orden temporal que establece nuevas reducciones de partículas contaminantes en los vehículos que se están preparando para el 2011 con objeto de no perder el tren de esa serie de medidas mientras se estudian otras más permanentes que sienten metas a largo plazo. Además, ha lanzado otras disposiciones de adaptación medioambiental para los edificios públicos que según sus cálculos ahorrará 2.000 millones de dólares (casi 1.517 millones de euros).
Consumo de gasolina
En las órdenes ejecutivas firmadas ayer, el presidente también instruye al Departamento de Transporte a promover un parque automovilístico que gaste un galón de gasolina cada 35 millas (un litro cada 14,88 kilómetros) como muy tarde para 2020.
El nuevo mandatario aprovechó para recordar que su plan energético creará 460.000 empleos en tres años. Palabras siempre bienvenidas en un momento en que, como él mismo recordó, gigantes del tipo de Microsoft, Intel, United Airlines, Sprint, Home Depot y Pfizer acaban de anunciar miles de despidos. Sólo ayer, 43.000.
Pero no todo son buenas noticias. Su plan para invertir 825.000 millones de dólares (unos 626.000 millones de euros) con el fin de reactivar la depauperada economía estadounidense se encontrará hoy con la oposición del Congreso, donde el dirigente afroamericano ha convocado un debate de dos horas que se vislumbra acalorado.