Italia llama a consultas a su embajador en Brasil por negarse a extraditar a un ex terrorista
El Gobierno de Lula concedió el estatus de refugiado político a este ex activista condenado a cadena perpetua por cuatro asesinatos
ITALIA Actualizado: GuardarItalia ha decidido llamar a consultas a su embajador en Brasil, Michele Valensise, después de que el Gobierno brasileño concediera el estatus de refugiado político al ex activista Cesare Battisti, condenado por la Justicia italiana a cadena perpetua. Esta decisión complica las relaciones diplomáticas entre dos países que, a tenor de lo visto el pasado mes de noviembre durante el viaje oficial a Italia del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, habían mantenido hasta ahora una estrecha colaboración en varios ámbitos, sobre todo el económico.
Y no sólo se pueden complicar las relaciones bilaterales, pues el titular de Interior italiano, Roberto Maroni, dijo anoche en la televisión que su jefe de Gobierno, Silvio Berlusconi, debe decidir ahora qué posición tomar ante Brasil de cara a las próximas cumbres del G8 que organizará Italia y en las que, en algunos casos, participará el país suramericano.
Lo cierto es que la llamada a consultas de Valensise es la primera medida hecha efectiva por el Ejecutivo de Italia de entre las muchas posibilidades que ha barajado en los últimos días y que se ha encargado de comunicar a los medios locales en un intento por seguir presionando a Brasilia.
Después de que el ministro de Justicia brasileño, Tarso Genro, decidiera hace dos semanas la concesión del asilo político a Battisti, condenado en Italia por cuatro asesinatos, debe ser ahora el Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) el que juzgue la causa del ex activista de izquierda radical.
Relaciones difíciles
De hecho, el último impulso que ha movido a Italia a llamar a consultas al embajador es el pronunciamiento a favor de Battisti por parte de la Procuradoría General del país, que recomendó ayer al STF la concesión del asilo al ahora escritor, que aguarda una decisión en una penitenciaria de Brasilia, después de ser detenido en 2007 en Río de Janeiro.
"El hecho de decidir sólo 48 horas después sin haberlo valorado con esa profundidad que habríamos deseado nos parece un poco un no querer decidir y querer cubrir plena y sencillamente la decisión política del ministro de Justicia", ha manifestado el titular de Exteriores de Italia, Franco Frattini, tras conocerse la noticia.
Según el ministro italiano, Brasil es un "gran país, amigo de Italia desde siempre" y por eso el Gobierno de Italia no se esperaba este comportamiento de las autoridades brasileñas, de ahí, dice, la "gravedad" de su reacción. "Creemos que Battisti es un terrorista, un terrorista común que no merece en absoluto el reconocimiento del estatus de refugiado político", ha afirmado Frattini.
Cumplida la primera de las acciones que Italia había barajado, ahora el Ejecutivo debe abordar si plantear o no un recurso ante el STF, posibilidad que apoyó el pasado viernes el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, tras recibir una carta de Lula da Silva. Esa carta suponía la respuesta del mandatario brasileño a una anterior de Napolitano en la que expresaba su "queja" por la decisión de Genro y en la que se pedía la reconsideración de la concesión del asilo a Battisti, sobre lo que Brasilia se ha mantenido firme hasta ahora.
Cuatro asesinatos a sus espaldas
En 1993 Battisti, ex miembro del grupo Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), brazo de las Brigadas Rojas, fue juzgado en rebeldía en Italia y condenado a cadena perpetua como autor de los asesinatos de Antonio Santoro, Lino Sabbadin, Andrea Campagna y Pierluigi Torregiani.
Battisti, por el que las autoridades brasileñas muestran un "fundado temor de persecución" si se le devuelve a su país, siempre negó su responsabilidad en esos hechos desde Francia, donde vivía refugiado desde 1990 y cuyas autoridades aprobaron en 2004 la extradición a Italia.
Toda la política de Italia, país en el que los últimos días se han sucedido manifestaciones minoritarias ante las legaciones diplomáticas de Brasil, felicita a Frattini por la decisión de llamar a consultas a Valensise. Y hay quien va más allá: el subsecretario de Exteriores italiano, Alfredo Mantica, pide que se considere la posibilidad de cancelar el amistoso entre las selecciones de fútbol de Brasil e Italia del próximo 10 de febrero en Londres.