El Senado de Estados Unidos da el visto bueno para que Timothy Geithner sea el secretario del Tesoro
Con 64 votos a favor y 34 en contra, ha sido confirmado en el cargo, pese a que se ha cuestionado su credibilidad por no pagar a tiempo los impuestos que debía a principios de esta década
WASHINGTONActualizado:El Senado de EEUU ha aprobado hoy, tras un acalorado debate, a Timothy Geithner como próximo secretario del Tesoro. Geithner asumirá la misión de atajar el deterioro del sector financiero en el país.
Con 60 votos a favor y 34 en contra, la Cámara Alta estadounidense ha confirmado a Geithner en el cargo, pese a que durante el debate previo, algunos demócratas y republicanos cuestionaron su credibilidad porque no pagó a tiempo los impuestos que debía a principios de esta década. Algunos además han criticado su papel en la elaboración del plan de rescate de Wall Street.
Durante su audiencia de confirmación ante el Comité de Finanzas del Senado el miércoles pasado, Geithner se disculpó por los "errores" en sus impuestos, y dijo que pagó al Servicio de Rentas Internas -que depende del Tesoro- los 34.000 dólares que debía, más intereses.
El presidente de la Reserva Federal de Nueva York, trabajó en el Fondo Monetario Internacional entre 2001 y 2004, y aunque pagó impuestos en 2001 y 2002 tras una auditoría, saldó el resto hasta poco antes de ser nombrado por el entonces presidente electo, Barack Obama.
Los republicanos desconfían
Ese problema de impuestos le ha costado el apoyo de influyentes republicanos como Charles Grassley, el de mayor rango en el Comité, de Jeff Sessions y de Susan Collins, quienes han indicado que su conciencia no les dejaría apoyar a Geithner. Los tres republicanos han destacado que el impago de impuestos no es algo leve, que la ley tributaria aplica por igual a todos y que EEUU necesita a alguien que ayude a recuperar la confianza del público en el Gobierno.
Pero el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ha señalado que "no hay nadie mejor preparado" que Geithner para impulsar la nueva agenda económica. La continua crisis hipotecaria, la incertidumbre en Wall Street y la caída del crédito constituyen una "tormenta económica" que requiere el liderazgo "tenaz, decisivo y sabio" de Geithner, ha asegurado Reid.
Por su parte, el 'número dos' del Senado, Dick Durbin ha enfatizado que era "claro que la economía está en picado" y que "necesitamos el liderazgo (de Geithner)" para salir de una crisis que continúa provocando una hemorragia de empleos.
Geithner, de 47 años, tomará las riendas del Departamento del Tesoro y tendrá que dirigir el plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares que aprobó el Congreso en octubre pasado. Lo hará en momentos en que en el Congreso aumenta la ansiedad por el deterioro del sector bancario. El miércoles pasado, dejó entrever que tomará medidas "muy drásticas" para responder a los problemas que aquejan a los bancos.
Ayudas financieras
Posteriormente, en declaraciones enviadas al Comité, Geithner aseguró que, por ahora, el Gobierno de Obama, "no tiene planes para solicitar más recursos" más allá de los autorizados para rescatar a Wall Street. Pero si regresa al Congreso con la mano extendida, argumentó entonces, "seremos muy claros con el Congreso sobre por qué se necesitan esos recursos, cómo pensamos utilizarlos y cuáles son los objetivos que esperamos alcanzar". Sólo que se toparía con un Congreso inapetente en torno a más ayudas al sector financiero.
Les molestó, sobre todo, la gestión inicial del plan de rescate financiero y lo que muchos legisladores percibieron como poca transparencia o rendición de cuentas sobre el manejo de esos fondos, contenidos en el programa conocido por sus siglas en inglés "TARP". El malestar aumentó cuando salió a la luz pública que algunos de los bancos que recibieron el salvavidas del Congreso no lo usaron para flexibilizar el crédito sino que acapararon el dinero.
En ese sentido, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ha dicho en rueda de prensa que el presidente Obama piensa utilizar la mitad que resta del "TARP" -350.000 millones de dólares- para liberar más crédito a los consumidores y empresas, y para atajar las ejecuciones hipotecarias. Sin ofrecer detalles, Gibbs ha dicho que Obama ha pedido recomendaciones de sus asesores económicos "para responder específicamente a las ejecuciones hipotecarias y (fomentar) la estabilidad financiera en los bancos".