La madurez de Messi
Prometió fidelidad al Barça para responder a los rumores sobre un acuerdo con Florentino, pero citó a Ronaldinho para remarcar que a él también le pueden echar
Actualizado:Leo Messi ya no es el niño tímido que apenas abría la boca cuando subió al primer equipo del Barça con apenas 17 años. Ahora sólo tiene 21, pero la montaña rusa en la que se instaló el club azulgrana en las últimas temporadas le hizo madurar de golpe.
Valora la grandeza de la camiseta azulgrana que defiende, ni se le pasa por la cabeza irse del Camp Nou, pero ya tiene la experiencia suficiente como para conocer la capacidad autodestructiva del Barça. Sabe que todos los que hoy le califican como número 1 del mundo y le dan palmaditas en la espalda un día pueden cambiar de opinión hasta el punto de pedir su marcha.
«Del Barça no me voy a ir nunca a no ser que un día no me quieran y me echen», dijo el argentino tras el Barça-Numancia del sábado, saliendo al paso del rumor de la semana pasada: la posibilidad de que Florentino Pérez le utilizara como arma electoral para ser presidente del Madrid como en su día hizo con Figo. Para ello debería pagar los 150 millones de euros (llegarían a ser 250 con IVA, IRPF ) de la cláusula de rescisión del argentino, quien debería dar el visto bueno a la operación como hizo el portugués. Una cosa está clara: Messi no entrará en ese juego. Es feliz en el Barça y se siente en deuda con el club que le ha permitido crecer en todos los sentidos al apostar por él cuando sólo tenía 13 años.
Pero su frase del sábado escondía un detalle que al principio pasó desapercibido: la posibilidad de que un día el Barça le eche.
El domingo por la noche fue el invitado estrella en un programa deportivo de TV3 y allí alargó un poco más su mensaje. Cuando el periodista le señaló que «es imposible que un día no te quieran en el Barça», Messi sonrió y su comentario no tuvo desperdicio: «Imposible no es, a Ronaldinho le pasó. Era un jugador muy importante, pero al final se le trató muy mal. No importa ya quién le trató mal, pero Ronnie en los últimos años no era feliz».
Reflexión
Su respuesta obligó a una rápida reflexión. Aunque Ronaldinho descuidó su vida privada en su última fase como barcelonista, también es cierto que estaba siendo sometido desde hace tiempo a una campaña de desprestigio constante, a un sospechoso acoso y derribo que su amigo Messi vivió de cerca. «Siempre me cuidó y me ayudó en todo, le estaré siempre agradecido», ha dicho Leo de Ronnie en alguna ocasión. El pasado fin de semana quedó clara la fidelidad al Barça de Messi, pero como aviso a los que empujaron a Ronaldinho al abismo también ha demostrado que a sus 21 años sabe cómo funciona el fútbol profesional. A él no le van a engañar en un futuro con falsas sonrisas y promesas rotas.
Messi sabía que todo el mundo esperaba el sábado un gesto para acabar el rumor sobre Florentino. Por eso besó el escudo en repetidas ocasiones tras su primer gol al Numancia, lo tocó mientras señalaba a la afición. Lo hizo con el corazón porque sus sentimientos son azulgranas. «Llegué al Barça con 13 años, el club me lo dio todo a mí y a mi familia. Aquí no me falta de nada, lo tengo todo, como el cariño de la gente que es lo más importante, lo que más me llega. No tengo necesidad de cambiar de equipo», explicó.
En el Barça ya lleva 23 goles en 26 partidos oficiales esta temporada, 14 goles de ellos en la Liga. Forma parte de un tridente junto a Eto'o (19) y Henry (12) que suma 45, más que cualquier otra plantilla de Primera (el Atlético, el segundo equipo más goleador, ha marcado 43). Messi es oro y si el Barça quiere mantenerlo muchos años deberá sacarle brillo con cariño. MÁS INFORMACIÓN EN www.leomessifans.com