Opinion

Violencia organizada

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as circunstancias que rodearon el fallecimiento de un ciudadano irlandés en la localidad malagueña de Benalmádena tiroteado en plena calle por un matón que llegó en un automóvil a las inmediaciones del hotel Torrequebrada, añade un nuevo caso a la larga lista de violentos crímenes de encargo. La reciente ejecución de un mafioso colombiano en su habitación del Hospital 12 de Octubre y de un capo búlgaro pocas horas después, obligó al ministro del Interior a comparecer ante los medios de comunicación y anunciar que su departamento dará prioridad a la lucha contra el crimen organizado de procedencia extranjera que opera en España. Pero el propio compromiso ministerial permite albergar a duda de si hasta ahora no se había prestado la atención debida a un fenómeno que lejos de ser estacional se ha instalado en nuestro país convirtiéndose en parte de la violencia estructural y urbana.