Rubalcaba admite que «se quedó corta» la previsión sobre la fuerza del temporal
Comunidades y municipios tratan de restablecer la normalidad y evalúan los daños causados por el ciclón que se apaciguó tras dejar 12 muertos
Actualizado:«Ha sido un temporal impresionante y una vez más nos encontramos con algo fácil de entender, y es que las previsiones meteorológicas se han quedado cortas». Así se refería ayer el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al destructivo temporal que dejó doce muertos, entre ellos cuatro niños, en su fugaz y fatal barrido por el norte de España. «Todo el mundo estaba avisado y los servicios de alerta preparados» dijo Rubalcaba, reconociendo que es «muy difícil que las predicciones acierten de pleno». Lo hacía durante una visita a una comisaría de Cádiz y en la misma jornada en la que la calma volvía a las comunidades más castigadas por el violento vendaval que, con rachas de 200 kilómetros por hora y olas de más de 20 metros, dejó una estela de destrucción.
En Cataluña, Galicia y Castilla y León y la Comunidad Valenciana era momento de evaluar daños y restablecer servicios básicos. El temporal tumbó torretas y cables del tendido eléctrico, árboles y muros, causó graves incendios, levantó techos, cornisas y mobiliario urbano y causó estragos en las comunicaciones por tierra, mar y aire. La borrasca se retiró ayer hacia el norte, dando paso a un frente lluvioso menos virulento que entró de nuevo por Galicia.
Aún se registraron rachas de viento de más cien kilómetros en el noroeste y en puntos del litoral mediterráneo y balear. Se controlaron los incendios en Alicante y Valencia, aeropuertos y líneas férreas operaron de nuevo con normalidad, se subsanaron los cortes de carreteras y la recuperación del fluido eléctrico se convirtió en el reto de las compañías eléctricas en Cataluña y la Comunidad Valenciana, ante el creciente malestar de la población.
Miles de afectados
En Galicia, una de las comunidades más afectadas y donde el temporal se cobró tres vidas, más de 100.000 viviendas permanecían sin luz en la mañana de ayer, sobre todo en el norte de Lugo, y en La Coruña. En algunos casos se superaron las 40 horas sin fluido, lo que dejó a muchos domicilios sin calefacción.
El gobierno gallego aprobará esta semana un decreto extraordinario y urgente de ayudas, según aseguró el presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, que asistió en Burela (Lugo) al entierro del guardia civil Lorenzo Martín, muerto al caerle encima un eucalipto en la madrugada del sábado.
En Cataluña eran más de 45.000 los abonados sin servicio en un centenar de municipios, en especial en zonas de montaña. Fecsa-Endesa había estimado en cuatro millones de euros los daños en las líneas de alta tensión y aseguró que el servicio estaría plenamente restablecido hoy. En Baleares eran casi 2.000 los hogares sin electricidad.
Renfe levantó las restricciones de velocidad en las líneas de Alta Velocidad (AVE) establecidas el sábado a causa del temporal y los aeropuertos y las conexiones navales operaron con relativa normalidad.
Para hoy Protección Civil y Emergencias mantiene su aviso por nieve y viento en siete regiones: Asturias, Andalucía, Cantabria, Galicia, Madrid, Melilla y Euskadi.