Valladolid y Espanyol prolongan su atasco al margen de las victorias
Real Valladolid y Espanyol prolongaron en Zorrilla su atasco y su ciclo al margen de los triunfos (1-1), aunque el punto le sabe mejor al equipo catalán que tuvo en el guardameta camerunés Carlos Kameni a su mejor valedor, ante un rival que hizo mucho más por obtener la victoria.
Actualizado: GuardarEl Real Valladolid llevaba un mes anclado en los 23 puntos y el Espanyol también necesitaba recuperar su autoestima de la mano de su nuevo entrenador, el argentino Mauricio Pochettino, así que la necesidad de victoria marcaba un partido de pronóstico borroso e incierto.
Se puede decir de Pochettino que es un técnico inexperto, pero en cuatro días ha hecho del Espanyol un equipo algo más agresivo. Sin embargo, uno de sus grandes males es el escaso acierto ante la portería, ya que los catalanes son los menos goleadores de Primera.
Tampoco al Valladolid le acompañaba la inspiración ofensiva este año, así que, de entrada, fue un choque antagónico al de la pasada campaña, cuando este mismo encuentro deparó el gol más rápido en la historia de la Liga. Entonces, Joseba Llorente sólo necesitó siete segundos de partido para hacer un tanto, pero el gol tardó en asomarse. Nada que ver con aquella tarde.
El Espanyol se diluyó camino del descanso, pero no sufría daño alguno en el marcador ante la escasa efectividad de un Goitom errático en sus movimientos aunque, paradójicamente, acabó marcando en una jugada embarullada al desviar a la red un remate de Sesma. Sergio Sánchez empató a los 78 minutos y, de paso, demostró que el fútbol tiene un componente azaroso que no sabe de justicia.