Victoria a lo campeón
El Xerez acaba la primera vuelta en lo más alto de la tabla gracias a un triunfo cómodo ante un aspirante Dos canarios procedentes del Depor, como Momo y Aythami, marcaron los goles xerecistas
Actualizado:El Xerez ya tiene un título esta temporada, honorífico, pero al fin y al cabo un título que le sirve poco más que para presumir de haber sido el mejor, el más regular e incluso el que mejor juego ha realizado durante la primera mitad del campeonato de la Liga Adelante Segunda División. Además, ha logrado acabar la primera vuelta a lo campeón, ganando con autoridad, casi con suficiencia a un teórico aspirante como el Celta, que gana a los azulinos por goleada en cuanto a historial y presupuesto.
Poco o nada tiene que ver la manera en la que el Deportivo se alzó con el campeonato de invierno de la temporada 05/06. En aquella ocasión, prácticamente no se celebró el honorífico título, pues se alcanzó tras un pírrico empate ante el Málaga B que supo a derrota. Por si fuera poco, se venía de empatar en Chapín ante un perseguidor como el Recre -ya en ese partido se aseguraba matemáticamente acabar la primera vuelta en el puesto más alto de la clasificación-. Y por si no bastara con ello, tras el punto logrado en La Rosaleda comenzó el principio del fin en aquel partido de Valdebebas de infausto recuerdo para el xerecismo.
Ahora, -de momento- la cosa pinta bien diferente, pues los hombres de Esteban Vigo se impusieron con relativa comodidad a un Celta de Vigo que ofreció una paupérrima imagen en el maltrecho prado jerezano. El equipo que dirige Pepe Murcia sorprendió negativamente, pues se esperaba más de un aspirante que llegaba con fuerza desde la zona baja. Prácticamente no creó peligro, Trashorras fue el único que aportó lucidez en el centro del campo y en defensa la contundencia llegaba con retardo y con el consentimiento de un Romualdo Caballero Herreros que miró hacia otro lado cuando Calle fue derribado, en dos ocasiones. El punta madrileño buscaba los lanzamientos en largo que le llegaban desde la retaguardia azulina, pero por dos veces fue derribado en la frontal del área sin que el colegiado soplara su silbato.
Y es que ya desde los primeros minutos el Xerez dominaba con comodidad bajo la dirección de un Emilio Viqueira que avanzaba por el césped de Chapín a base de apoyos en corto. Cuando el gallego se plantaba en tres cuartos, tiraba de profundidad y casi siempre encontraba a un Momo especialmente eléctrico. El zurdo asustó un par de veces a la zaga del Celta antes de empalar en el segundo palo un centro de Carlos Calvo desde la zona derecha del área. El veloz madrileño venía en carrera con Lago, que cayó lesionado en medio de la disputa, y centró tras recortar en la línea de fondo. Momo no alcanzó a engancharla de pleno, pero atinó a colársela a Notario entre las piernas.
Sentencia en cinco minutos
El tanto de Momo enlazó, casi de seguido, con la segunda ración de salsa canaria, la sentencia de Aythami, que curiosamente también llegó al Xerez procedente del Deportivo de La Coruña. El central azulino fusiló la portería viguesa tras recoger un balón que botaba suelto en el área chica. El canario había subido a rematar el córner que Viqueira ejecutó y se encontró un esférico loco, que había peinado Silva y rebotado en varios defensores tras quedar en bandeja para Aythami.
Dos goles en cinco minutos que servían al equipo de Esteban Vigo para allanar su camino hacia el campeonato de invierno, pues los sustos en la portería de Chema llegaron a cuenta gotas. En la primera parte, sólo Bergantiños y Rubén generaron peligro en el área xerecista. Álex falló garrafalmente en zona de peligro antes de remendar su propio error cuando Trashorras se disponía a fusilar a Chema. Un cuarto de hora más tarde, Rubén ponía punto y final a la primera parte tras rematar de cabeza un balón que venía del córner y que salió cerca del palo de la puerta de Chema.
En la segunda parte, el Deportivo hizo lo que tantas otras veces no ha sabido: controlar el partido, tener la posesión del esférico, adormilar el juego, mostrase seguro en defensa, perder el tiempo justo y necesario... Pocos inconvenientes hay que ponerle a la segunda parte de los xerecistas, salvó que no aprovechó alguna que otra ocasión que tuvo en ataque para ponerle la guinda a un pastel que estuvo a punto de estropear Rosada. El medio centro del Celta generó la ocasión de mayor peligro de todo el partido al cabecear un balón que acabó pegando en el palo tras una buena mano de reflejos de Chema. El de Orihuela respondió bien y contribuyó a que el Xerez Deportivo se lance a partir del próximo partido por un objetivo mucho mayor que el de la permanencia. Es cierto que aún resta más de una docena de puntos para alcanzar los 51 que teóricamente aseguran la permanencia, que con 37 puntos el Xerez es el campeón de invierno más pobre de los últimos años, que la clasificación está muy apretada y que todavía queda un mundo, pero tras toda una historia sin catar la Primera División, ahora los soñadores sobran en Jerez.
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