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En busca de las raíces del rock
Crecieron escuchando a Deep Purple y Led Zeppelin, veneraban al carismático Jim Morrison y se estremecían con la rabiosa voz de Janis Joplin. Los jerezanos Smiling Bulldogs irrumpen en el panorama musical con un debut que sabe a los mejores clásicos del rock setentero, Whisky and Soda, un disco cuidado al detalle que recupera las técnicas de grabación de aquella época. Sus integrantes, algunos salidos de la órbita de Los Delinqüentes (Dani Quiñones es bajista de la banda garrapatera y David Pufa trabaja como road manager para el grupo) y otros más próximos a la escena británica (el cantante Miguel Jiman ha actuado con diversas bandas por toda Inglaterra), comparten ese amor por las raíces del mejor rock clásico. «Todos hemos nacido de las mismas influencias, es nuestra base musical», apunta David, el batería, dueño a su vez del estudio de grabación donde se ha gestado esta perla que pronto verá la luz. «Ahora lo vamos a mandar a fábrica y en principio saldrá a la calle a finales de febrero».
Actualizado: GuardarPese a ser un disco debut, todos los integrantes de Smiling Bulldogs son veteranos en la profesión y cuentan con una dilatada experiencia en la música. «Nosotros mismos hemos grabado, montaje y arreglado los quince cortes». La verdadera pretensión del grupo era lograr conseguir ese «sonido añejo» de finales de los 60 y los 70. Para lograrlo «hemos usado compresores como los que usaban los Beatles, hemos mezclado el disco en analógico y grabado algunas partes en directo», cuenta David Pufa. El resultado es evidente cuando se escucha alguna de las canciones (www. myspace.com/bigfulandia). Esto, sumado a la capacidad expresiva y dominio del inglés de su vocalista hace que el grupo parezca salido de un túnel del tiempo.
«Podíamos haberlo hecho en digital y hubiera sido más rápido todo el proceso, pero queríamos darle ese toque». Smiling Bulldogs se suma así a la tendencia actual de algunas bandas por lo retro. «Actualmente el mercado está muy loco, triunfan grupos independientes que son buenos o algunos comerciales que son pésimos. Nosotros lo que queríamos era escoger un camino fiel a nuestros principios», afirma el baterista.
En este proyecto, Smiling Bulldogs han contado con la colaboración de grandes músicos y amigos como Charlie Cepeda, guitarrista de Kico Veneno y antiguo productor de Jarabe de Palo o el propio Diego del Pozo, mitad de Los Delinqüentes.
Por otro lado, las letras que conforman Whisky and soda también tienen ecos del pasado. «El primer corte del disco no es un intro, es un canto como el de los esclavos negros del Misisipi, el nacimiento del gospel», explica el músico. «Lo grabamos en el estudio y la verdad es que se trata de algo muy original».
A la conquista de Europa
En cuanto a las tareas compositivas, la letras son casi todas de Miguel y la música la componen sobre todo el cantante y Dani, el bajista. El disco se distribuirá por internet en la web de la banda (www.smilingbulldogs.com) todavía en construcción. Además, se encuentran en conversaciones con el sello Locomotive para distribuirlo por toda Europa. «En principio no queremos contactar con ninguna discográfica, queremos libertad para componer y crear».
Cuando el álbum vea la luz, el grupo tiene previsto realizar varias presentaciones en Madrid, Sevilla y Jerez. «Tenemos muchas ganas de presentarlo en la sala Triple» de la localidad gaditana, «un bar que nos gusta mucho y donde solemos ir con los amigos». Por lo que parece, a los jerezanos les quedan sonrisas y ladridos para rato.