DEBUT EN LA DIRECCIÓN. Schneider junto al cartel del film./ EFE
ROB SCHNEIDER ACTOR Y DIRECTOR

«Los buenos guionistas de comedia están en 'Los Simpsons'»

El actor estadounidense se estrena como director en 'El Gran Stan' Ha participado en 'Zohan' y 'Gigoló'

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Con su primer protagonista, Gigoló, el actor norteamericano Rob Schneider se convirtió en un cotizado intérprete de comedias simples y disparatadas, género en el que insistió con Estoy hecho un animal, Este cuerpo no es mío y El gran Stan, su estreno como director que el pasado viernes llegó a nuestras carteleras. Autor de sus propias historias «por necesidad. En Estados Unidos, los buenos guionistas de comedia están muy ocupados escribiendo para Los Simpsons», el comediante pasó por nuestro país para presentar su último trabajo, en el que aprende artes marciales con el maestro David Carradine y tiene como partenaire femenina a Jennifer Morrison -la doctora Cameron en House-.

En El gran Stan, donde encarna a un timador condenado a pasar dos años en la cárcel, «un temor que todos hemos tenido alguna vez», apunta, Schneider da un paso porque, además de actuar, dirige. «En todas las películas en las que he estado he echado una mano en la dirección. Es un filme pequeño, tenía muy claro lo que quería conseguir y me apetecía comunicárselo directamente a los actores, sin intermediarios. Esto no es una falta de respeto a los cineastas, aunque la mayoría de ellos no son nada graciosos», declara.

Especializado en comedias, Schneider, que también pasó por el conocido programa Saturday Night Live es un defensor de las parodias y del humor grueso y tonto, aunque se está pensando dar el salto a un cine más serio. «Es que ese tipo de comedias son más apropiadas para gente joven -tiene 45 años-, pero si se me ocurre algo divertido, lo haré. En El gran Stan hay una parte más seria, creo que es mi película de transición. No se puede ver una comedia sin un toque de drama», advierte.

Fernando León

Entusiasmado por haber compartido fotogramas con Mr. Carradine, «un hombre muy abierto a nuevas ideas y con gran sentido del humor. Le encantó la idea de divertirse con su propia imagen. Tarantino me dio su número de teléfono y, aunque me daba un poco de miedo, le llamé», recuerda este intérprete californiano que bebe los vientos por el cotizado cómico Adam Sandler, con el que volverá a trabajar en breve. De nuevo, en los EE UU prima la moda de contratar a actores reconocidos por su faceta más cómica para proyectos pretendidamente dramáticos. No sería el primero que consigue, de esa manera, sorprender a la crítica.

Dice que quiere ponerse serio, explorar otros terrenos, «algo que no te permiten en Hollywood muy a menudo. Me gusta el cine europeo porque deja que los intérpretes prueben nuevos registros. Espero y deseo que Fernando León me llame para hacer la segunda parte de Los lunes al sol», pero sus nuevos proyectos son comedias, un género para el que corren buenos tiempos en Estados Unidos «por el cambio de presidente. Se ha terminado la apatía que reinaba en la era Bush», concluye entre risas.