Educación garantiza que el CEIP Guadaluz cumple todos los requisitos de seguridad

La Delegación Provincial de Educación salió ayer al paso de la denuncia efectuada en este medio por parte del nuevo colegio de Guadalcacín, el CEIP Guadaluz, sobre ciertas irregularidades en la seguridad del centro escolar. La comunidad educativa está preocupada por unas persianas rígidas instaladas tanto en la primera como en la segunda planta del edificio que impiden que los alumnos y profesores de varias clases puedan desalojar el edificio en caso de emergencia.

Según la Delegación Provincial de Educación el edificio de este nuevo colegio -que se construyó en cuatro meses- «cumple todos los requisitos de seguridad porque si no, no estaría abierto». Recordaron además, que «un colegio está catalogado como un centro de bajo riesgo». Otra de las irregularidades que destacan desde el centro escolar guadalcacileño es que las ventanas, según la normativa, no deben ser correderas sino abatibles aunque eso, en principio, no supondría mayor problema para una evacuación. Todas estas carencias fueron detectadas por técnicos de Protección Civil.

«Ningún plan de evacuación puede contemplar que los niños salgan por una ventana», dijeron desde Educación. Por eso, «la Delegación pone a disposición del colegio el asesoramiento necesario para elaborar un plan de evacuación». Aún así, estas mismas fuentes garantizan a profesores y familias que «hay salidas más que suficientes para evacuar a los niños en diez minutos o incluso en cinco, como máximo. Les invitamos a que hagan la prueba».

Otra de las carencias -que sí reconoce Educación- es la falta de extintores de CO2 junto a los cuadros de luces. «El equipamiento que falta irá llegando, como los extintores», anunciaron.

Vandalismo

Con respecto a los actos de vandalismo que ha sufrido el porche del colegio de Infantil y Primaria Guadaluz en sus primeros cuatro meses de vida, la Delegación Provincial de Educación asegura que «es la Policía Local la que debe velar porque esos actos no se cometan». En este tiempo, les han arrancado el timbre de la puerta y una papelera. «El porche está contemplado en el diseño del edificio», aunque parece que no ocurre lo mismo con el cerramiento que protegería estos pocos metros del vandalismo.

Con respecto a otras carencias del colegio, como un adaptador para el aula de informática o dos canastas para el patio, la Delegación explica que «el centro se puso en marcha con precipitación y hay ciertos remates y desperfectos que se están resolviendo ahora».

vmontero@lavozdigital.es