Un hombre mata a puñaladas a dos niños y un adulto en una guardería de Bélgica

La tragedia se ha cebado con Dendermonde, una pequeña ciudad al noroeste de Bélgica. Tres personas han muerto a puñaladas, dos de ellas niños, en una guardería, por un hombre que posteriormente ha sido detenido por la Policía. Además de las víctimas mortales, hay también doce heridos, diez de ellos niños. Pese a que en un principio, algunas fuentes apuntaron al fallecimiento de uno de ellos en el hospital, el Gobierno belga se ha apresurado a desmentirlo.

Esta mañana, un hombre con la cara pintada a rayas blancas y negras entró en esa guardería y se dirigió al área de los bebés, donde sacó un cuchillo y comenzó a apuñalar de manera indiscriminada. Tres personas, un adulto y dos niños, perdieron la vida, uno de ellos tras ser trasladado al hospital. En total, dieciocho niños y seis miembros del personal estaban presentes en la guardería.

Las primeras informaciones sobre la tragedia generaron momentos de gran tensión en la guardería, a donde acudieron aterrorizados padres para intentar averiguar si sus hijos estaban heridos. La consternación de los padres y familiares se extendió a todo Bélgica, horrorizada por un ataque brutal contra niños indefensos.

"El país está de nuevo escandalizado y de luto por este acto abominable de violencia", ha dicho el primer ministro, Herman Van Rompuy, en un comunicado en el que expresa su compasión a los padres y a las familias de todas las víctimas.

¿Nuevas medidas de seguridad?

Desde el primer momento, las autoridades se esforzaron por que las víctimas recibieran la ayuda médica necesaria y que fueran atendidas por psicólogos, tanto sus familiares como las personas que no resultaron heridas. Asimismo, se puso en marcha un centro de crisis para organizar la asistencia y facilitar información a los familiares.

La ministra de Salud, Veerle Heeren, se ha mostrado satisfecha por la manera en que se organizó la ayuda, pero ha pedido una investigación a fondo para averiguar cómo pudo entrar el agresor en la guardería. "Después tendremos que analizar si debemos adoptar nuevas medidas de seguridad al reglamento sobre las guarderías", ha explicado Heeren, que ha advertido, no obstante, de que éstas "ya son muy severas, y no podemos convertir una guardería en una prisión".

El agresor, que según los primeros datos tiene un historial de enfermedades psiquiátricas y ya era conocido de la Policía, escapó inicialmente montado en una bicicleta, pero fue detenido en un supermercado de un pueblo vecino. Durante la detención, el hombre resultó herido y tuvo que ser ingresado en un hospital de la cercana ciudad de Aalst. No obstante, la Policía ha podidoo comenzar después el interrogatorio, con objeto de averiguar los motivos de su actuación.